Expertos reunidos en la 60 Conferencia Anual de la Salud que tiene lugar en esta ciudad, indicaron que el cambio climático extendería la temporada de polen, lo que aumentaría la presencia de garrapatas transmisoras de enfermedades en el norte de Europa.
Asimismo favorecerá el desarrollo de mosquitos reservorios de patologías como el dengue y el paludismo en nuevas zonas de Africa y Asia.
Las olas de calor, la presencia de partículas de polvo en el aire, provocará alergias y un aumento de males cardiopulmonares, advirtió Bettina Menne, de la división europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Destacó el desplazamiento de garrapatas que pueden diseminar la enfermedad de Lyme, caracterizada por erupción cutánea, inflamación articular y síntomas similares a la gripe, como un ejemplo de los nuevos desafíos sanitarios del calentamiento de la Tierra.
Los brotes de cólera y paludismo en el mundo en desarrollo fueron resultado de los efectos de los cambios ambientales en los parásitos y las fuentes de agua, agregó Menne.
Por su parte, Maria Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, manifestó que los políticos deben saber que el cambio climático tendrá un impacto mayor al que se debate habitualmente respecto de las amenazas ambientales y económicas.
Deben estar más involucrados en la toma de decisiones, aseveró.
Ginebra, 24 de mayo 2007
Crónica Digital/PL , 0, 77, 10