El equipo dirigido por Friederike Range, de la Universidad de Viena, investigó el fenómeno de la imitación selectiva y descubrió que los canes, como los niños, solo imitan aquello que eligen como más conveniente.
Los resultados del estudio se apoyan en un experimento realizado con una perra amaestrada para que moviera un palo con la pata y obtener de esa forma su alimento.
Para inhibir el instinto natural de utilizar la boca, los investigadores le colocaron una pelota.
Los otros perros observaron la operación, pero no emplearon la pata para obtener el alimento. Solo usaron su extremidad, además de la boca, cuando al animal se le quitó la pelota.
Esto hizo pensar a los expertos, que los perros rechazaron el juguete y seleccionaron la forma más sencilla de alcanzar la comida.
Los investigadores concluyeron que los perros, irritados por la pelota, eligieron primero el camino más sencillo para obtener el alimento.
La perra utilizada en el experimento continuó empleando su pata, pese a no tener la pelota, acción imitada por sus congéneres.
Según el artículo, en pruebas realizadas con chimpancés, comprobaron que esa especie de primates escogía el camino más sencillo de obtener su alimento.
Londres, 27 de abril 2007
Prensa Latina , 0, 28, 10