Profundas desigualdades sociales, indiferencia o desprecio hacia las minorías, surgimiento de un numeroso segmento marginal a todo desarrollo, ausencia de perspectivas para gran parte de la juventud, caracterizan un estado de cosas que produce frustración, anomia, desencanto y violencia.
Una palabra recorre el territorio y es, tal vez, la expresión de todos los males: ?exclusión?.
Exclusión de los bienes de consumo esenciales, y entre ellos los bienes del espíritu.
Exclusión a la hora de la toma de decisiones que a todos les afectan.
Exclusión de los derechos sociales y políticos.
Exclusión en la representación ciudadana.
Una nación armoniosa en la unidad de sus propósitos y el cultivo de lo mejor de su historia, no puede fundarse sobre esas exclusiones.
A los creadores en el campo de la cultura, cualquiera sea la disciplina que cultiven, no les es indiferente este estado de cosas.
Aspiramos a la justicia social, a la libertad, a la democracia. Nada de ello es compatible con un sistema basado en la exclusión.
Hoy levantamos nuestra voz, como lo hemos hecho en distintos momentos de la historia, para sostener con fuerza la demanda del cese de todas las exclusiones.
Desafiamos a todos quienes intenten desacreditar nuestra gestión en nombre de un pretendido ?apoliticismo? de la cultura, a que nos demuestren que la complicidad de las artes con las desigualdades e injusticias es un requisito de alguna ?excelencia?.
Apoyamos sin reservas toda rectificación a parte sustantiva de la herencia dictatorial, que se expresa hoy en la posibilidad de poner término a la exclusión de componentes sociales y políticos a los que se les impone una condición de ?minorías? como una condena permanente.
Llamamos a los parlamentarios chilenos a aprobar el proyecto de reforma electoral como un paso que significará el comienzo del fin de la exclusión. No hacerlo, representará un nuevo ?golpe? contra Chile.
Siempre nos encontraremos atentos, atendiendo los intereses supremos y generales de la nación.
Por Luis Agulera, escritor chileno.
Santiago de Chile, 26 de abril 2007
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