El trabajo muestra los resultados para sus afiliados del sistema de AFP y las cías de seguros relacionadas con el negocio, consideradas ambas industrias en su conjunto, a lo largo de los 25 años de operación del sistema previsional privado en Chile.
A diciembre del 2006, pagó 606 mil pensiones, sin embargo, sólo 163 mil son de vejez, siendo la mayor parte pensiones anticipadas y otros beneficios no percibidos por adultos mayores. Ello se compara con 1,2 millones de pensiones otorgadas por el sistema público a adultos mayores, de un total de 1,6 millones de pensiones públicas el 2004.
La mayor parte de las pensiones del sistema privado – dos tercios desde 1982 y actualmente el 70% de las mismas- no son pagados por las AFP sino por las cías. de seguros. Del mismo modo, estas empresas se embolsan la mayor parte de las comisiones y primas.
El balance entre 1982 y 2006 muestra como los afiliados han aportado un total de 27,3 billones de pesos en cotizaciones obligatorias cifra equivalente a más de la mitad del PIB de 2005 – y 2,9 billones en otros aportes netos, mientras los pensionados por el sistema privado han percibido beneficios por 4,4 billones de las AFP, y adicionalmente 5,4 billones en pensiones vitalicias y otras pagadas por las Cías. de seguros.
Al mismo tiempo, sin embargo, el fisco ha aportado al sistema un total de 6,1 billones de pesos en bonos de reconocimiento y subsidios de pensiones mínimas, que equivalen a dos tercios de los beneficios pagados por el sistema privado.
Estos flujos arrojan un saldo neto de 9,3 billones de pesos a favor de las AFP y Cías. de seguros en conjunto, del cual las primeras se han embolsado 4 billones y 5,3 las segundas. A consecuencia de todo ello, la tasa interna de retorno (TIR) de los depósitos en el sistema en su conjunto se reduce a alrededor de la mitad de la rentabilidad promedio oficial alcanzada por los fondos de pensiones. Se presenta asimismo el flujo de franquicias tributarias otorgadas por el fisco, que al momento suman un total del orden de 5,3 billones, monto que se acerca a los bonos de reconocimiento, cuyos destinatarios son los afiliados de más altos ingresos.
El trabajo del CENDA recuerda finalmente quiénes son los destinatarios de los fondos de pensiones. Un 47% está en manos de grandes grupos económicos privados que operan en Chile, de los cuales solo 12, entre ellos los propietarios de las AFP, concentran la mitad de estas inversiones. Un 33% adicional se encuentra en manos de conglomerados privados en el extranjero, la mitad de este monto en manos de solo 8 fondos de inversión.
Estos han sido los verdaderos beneficiarios de la privatización del sistema chilenos de pensiones. Mientras tanto, la reforma en curso ha reconocido que el Estado deberá hacerse cargo de dos tercios de los afiliados, quiénes no recibirán ningún beneficio del sistema, y aquellos que si los reciben, especialmente las mujeres, descubren que su monto es alrededor de la mitad de los que otorga el antiguo sistema público de reparto.
Por Manuel Riesco el 2007-04-04
Santiago de Chile, 5 de abril 2007
Crónica Digital
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