Para el profesional la donación es una manera de fortalecer a estas organizaciones, “que se conviertan en focos de dinamismo, de renovación del espíritu de lucha y de trabajo. Han cambiado mucho las cosas, pero hay problemas que siguen siendo permanentes. Hay que dignificar el trabajo y a la persona humana. Construir un entorno acogedor para la vida de los hombres y mujeres en el periodo que nos toca vivir es una tarea permanente”.
Agregó Claude que “un tema para mi muy relevante fueron y son los derechos humanos así como la figura del Cardenal Silva Henríquez, que es una figura gravitante de compromiso de lo que a mi juicio debe ser el compromiso de los hombres y mujeres nacidos en esta tierra: comprometerse para vivir en un país mejor, más digno. Donde la gente se sienta más respetada, donde sea mejor tratada. Es espiritual y psicológicamente bueno sentir la satisfacción de nacer en un país donde se es tratado con dignidad”.
Por su parte Hernán Osses, presidente de la entidad humanitaria, agradeció la donación y manifestó que esto será un aporte muy significativo para el trabajo que la Casa está iniciando. “Sólo con aportes desinteresados, como el de Marcel Claude, podremos concretar las aspiraciones y necesidades de muchas personas”.
Manifestó también que “el entregarnos una infraestructura de este nivel a nosotros que somos hijos de la adversidad, que somos luchadores sociales, con quienes la adversidad siempre camina y que es parte de nuestro quehacer real, es un gran apoyo”.
La donación consistió principalmente en mobiliarios, equipos de oficina e infraestructura que permitirá operar de manera óptima a esta nueva corporación.
Santiago de Chile, 23 de marzo 2007
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