Después de deleitar a un público conocedor de casi todo su repertorio con más de 20 temas, Silvio se despidió con Ojalá, pero debió salir cinco veces más, sólo y con Trovarroco, un grupo de jóvenes talentos muy aplaudidos en Santiago.
“Silvio, Silvio, el pueblo esta contigo” fue una de las consignas coreadas en el Arena Santiago, un amplio estadio cerrado, cerca de la medianoche.
Distendido y motivado al mismo tiempo y en perfecta sintonía con sus músicos, Silvio sorprendió una y otra vez con canciones que él mismo describió como “viejas pero nuevas”.
El trovador también fue sorprendido cuando los asistentes, tanto de su generación como de las posteriores, cantaron versos de creaciones suyas que él pensaba que eran desconocidas aquí.
Te doy una canción fue uno de los temas que impulsó al máximo el espectáculo de casi tres horas, así como otros clásicos de Silvio, como La era, entre tantos otros.
La comunicación establecida desde la primera nota con el público chileno creó un ambiente de extraordinaria simpatía entre los asistentes y el artista, lo cual augura que los cuatro conciertos restantes seguirán por ese camino.
Un crítico chileno comentó a Prensa Latina que Silvio había mostrado todo un abanico de “canciones inteligentes”, algo que consideró raro y poco común en los escenarios del país.
Con sutiles y cariñosos homenajes a Compay Segundo y Wichi Nogueras, entre otros, Silvio también cantó a los exiliados y recibió de manos de un joven chileno una bandera roja con el rostro de Salvador Allende, con la que el cantautor saludó la ovación.
Después de la quinta salida fuera de programa, Silvio se despidió, explicando que tenía que “dejar algo para la próxima”.
Su próximo concierto será esta misma noche en el mismo coliseo, donde también se presentará mañana (sábado).
Silvio, quien al llegar aquí procedente de Perú saludó en el palacio de La Moneda a la Presidenta Michelle Bachelet, asistirá el lunes a la inauguración de la Fundación Gladys Marín, en homenaje a la luchadora chilena de quien fue amigo durante muchos años.
Al día siguiente, llevará su espectáculo al vecino balneario de Viña del Mar y, el día 8, actuará en Talca, 250 kilómetros al sur de esta capital.
En todos esos escenarios, es probable que se multipliquen los mensajes y símbolos que con tanto éxito sembró en su primer concierto en Santiago.
Por Jorge Luna. El autor es corresponsal de Prensa Latina en Chile.
Santiago de Chile, 2 de marzo 2007
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