La indagación fue anunciada por el contralor, Gerardo Matute, como secuela del escándalo de las patrullas, que el fin de semana último determinó la renuncia de la ministra del Interior, Pilar Mazzetti, por haber autorizado la operación.
Matute dijo que serán investigadas todas las adquisiciones estatales de vehículos contratadas con Gildemeister y Manasa, debido a que la primera despidió a su gerente por sobrevalorar el equipamiento de las patrullas a favor de otra compañía.
Si algunos de sus ejecutivos actuaron mal en ese caso, cabe la posibilidad de que en operaciones anteriores se hayan registrado irregularidades, razonó el contralor.
Al comparecer anoche ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, que investiga la compra de los autos policiales, Matute dijo que prosiguen las pesquisas en torno al caso.
Explicó que las indagaciones buscan ahora determinar por qué el Ministerio del Interior estableció como base para la licitación un precio muy alto, el correspondiente a una compra unitaria, pese al gran número de unidades adquiridas.
Por su parte, el congresista Renzo Reggiardo, miembro de la Comisión de Fiscalización, demandó la paralización de los contratos de Gildemeister-Manasa con el Estado, al margen de la renegociación del precio de las patrullas, iniciada tras el escándalo.
La presidenta del Congreso y legisladores de diversas posiciones coinciden en que la compra de los autos policiales debe anularse, porque los vendedores no actuaron de buena fe.
Reggiardo calificó como ridículo que Gildemeister afirme que no conocía la sobrevaloración del equipamiento de las patrullas y culpe de ella a dos ejecutivos a los que despidió.
Uno de los cesanteados, el ex gerente de la compañía, José Cariola, dijo ante la mencionada comisión parlamentaria que su empresa suministró en préstamo automóviles a los entornos de los principales candidatos de las elecciones de 2006.
El secretario general de la Presidencia, Luis Nava, aclaró de inmediato que en su campaña, el mandatario Alan García se movilizó en un auto de su propiedad y no en una máquina facilitada por la empresa chilena.
Cariola hizo la afirmación al ser preguntado sobre el apoyo que su empresa dio, con un vehículo, a la campaña del líder del opositor Partido Nacionalista, Ollanta Humala, lo que había sido calificado como incorrecto por García.
El ejecutivo despedido aseveró que, además Gildemeister facilitó automóviles para los actos de toma de posesión del presidente García y proyecta hacer lo propio para la Cumbre del mecanismo de cooperación Asia-Pacífico (APEC), a realizarse el año próximo aquí.
Todo ello, sostuvo Cariola, como parte de una línea de promoción de ventas ajena a consideraciones políticas.
El canciller, José García Belaúnde, negó que el Ministerio de Relaciones Exteriores tenga algún acuerdo sobre el tema con Gildemeister o que haya pedido los vehículos a la empresa.
Lima, 28 de Febrero 2007
Prensa Latina , 0, 20, 21