La perspectiva abarca un reacomodo de partidos de derecha e izquierda, los primeros en un intento de recuperar posiciones perdidas ante el impulso del presidente Hugo Chávez desde 1998 y los segundos en la búsqueda de un partido unido con la perspectiva socialista.
Con casi 63 por ciento de los votos, Chávez obtuvo un nuevo mandato de 2007 a 2013, luego de una campaña electoral en la cual advirtió que los problemas del país no podrán solucionarse en el contexto capitalista.
Junto a la promesa de cambios estructurales, Chávez ganó abrumadoramente la elección a partir de una obra de ocho años basada en la mejor distribución de la riqueza con considerables beneficios para millones de personas marginadas hasta su llegada al poder.
Ahora sus dos orientaciones política básicas: reforma constitucional y creación de Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), buscan sustentar un paso de más largo alcance, lo que ha denominado la instauración del Socialismo del Siglo XXI.
Más allá de debates teóricos sobre la denominación, el presidente venezolano aspira a transformar la nación sudamericana sobre las bases de los principios socialistas de justicia social, las condiciones específicas del país y logros y errores de ese sistema en el siglo XX.
En el criterio de Chávez, las dimensiones y complejidad de la empresa requieren de una mayor organicidad con la creación de un solo partido en sustitución de más de dos decenas de organizaciones agrupadas ahora en el llamado Bloque del Cambio.
Sin dudas, como demostran los debates iniciales, se tratará de un proceso complejo, con la existencia de criterios en algunos partidos sobre la necesidad de mantener la estructura actual y continuar apoyando el proceso de cambios, pero de forma independiente.
Los tres mayores aliados del Movimiento V República (MVR) de Chávez (partidos Podemos, Patria para Todos y Comunista) ya anunciaron congresos o consultas con sus bases para el primer trimestre de 2007 y decidir el futuro de las organizaciones.
El MVR -mayor partido político venezolano en la actualidad- y otras agrupaciones menores ya anunciaron su disolución para dejar a sus miembros en libertad de incorporarse al PSUV.
Aunque poco se conoce sobre la reforma constitucional, ya Chávez anunció que se trata de establecer un contexto para adelantar los conceptos socialistas en la organización de la sociedad y profundizar el proceso que encabeza con apoyo mayoritario de la población.
En esta orientación se incluye la garantía del poder popular con el mayor apoyo al funcionamiento de estructuras de base como los consejos comunales.
Ello va acompañado de proyectos económicos para el desarrollo industrial del país, con enormes recursos y potencialidades, pero limitado en virtud de los esquemas anteriores a un exportador de materias primas agotables como el petróleo.
Junto a ello las autoridades han adelantado que continuarán paralelamente con una reestructuración del campo, que implica la lucha contra el latifundio, para garantizar el autoabastecimiento de un país de enorme potencial agrícola que importa la mayor parte de los alimentos.
La lucha contra la corrupción anunciada por Chávez es otro punto clave para el buen desempeño en 2007, así como el enfrentamiento a la violencia, dos puntos en los cuales la oposición basó sus ataques al gobierno en 2006.
Otro aspecto de la agenda que ya movilizó una reacción de la oposición interna y externa es la determinación de no renovar la concesión a la televisora RCTV, que vence el 27 de mayo próximo, debido a violaciones de esa planta a las leyes vigentes.
Aunque RCTV es acusada de violar la Constitución y apoyó incluso el golpe de Estado de 2002, la medida ha sido interpretada como acción represiva oficial por la oposición con el respaldo de grupos del exterior y apunta a convertirse en un tema de ataques a la política de Chávez.
Sin dudas, las campañas desde el exterior contra Venezuela, cuyo gobierno cuenta con la abierta y declarada hostilidad de Estados Unidos, será otro de los temas del nuevo año, si bien fuera de agenda.
La decisión de emprender la senda de desarrollo socialista, lejos de aplazar, apunta hacia un recrudecimiento de la enemistad política estadounidense y de una oposición interna que trata, hasta ahora sin resultados, de presentar un frente unido.
Chávez con más de 7,3 millones de votos y una obra que, pese a insuficiencias, muestra un nuevo enfoque más inclusivo, cuenta con un apoyo mayoritario y creciente de la población.
Un pueblo que comenzó a dejar atrás prejuicios de años de anticomunismo y comienza a ver el socialismo como una opción válida para la solución de los problemas más graves del país sudamericano.
El autor es correspnosal de Prensa Latina en Venezuela.
Caracas, 31 de diciembre 2006
Prensa Latina , 0, 34, 4
