Fuentes judiciales informaron que el magistrado Haroldo Brito estaría en condiciones de dictar la correspondiente sentencia condenatoria por los crímenes, considerados una venganza por el fallido atentado contra Pinochet del 7 de septiembre de ese año.
Una larga y compleja investigación determinó que se trató de una represalia ordenada por el ya fallecido director de la Central Nacional de Informaciones (CNI), general Humberto Gordón, esa misma noche, por la muerte en el atentado de cinco escoltas del dictador.
Estableció asimismo que los agentes debían cobrar dos vidas por cada escolta.
Según las fuentes, son contundentes las pruebas contra varios ex agentes de la CNI, como Jorge Vargas Bories y otros.
Según familiares de las víctimas, la misma noche que se intentó el ataque contra Pinochet hombres enmascarados secuestraron al periodista y dirigente gremial José Carrasco Tapia (“Pepone”), militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Hicieron lo mismo con el electricista Felipe Rivera Fajardo, militante del Partido Comunista de Chile (PCCh) y con el profesor Gastón Vidaurrazaga Manriquez, del MIR.
Horas después fueron encontrados los cadáveres de los tres, acribillados a balazos. Al día siguiente fue hallado el del publicista Abraham Muskatblit Eidelstein, militante del PCCh.
La etapa probatoria debió culminar la víspera y el ministro Brito estaría a punto de sentencia contra los asesinos.
Santiago de Chile, 27 de diciembre 2006
Crónica Diigtal/PL , 0, 39, 3