Medios de prensa locales están informando desde el Hospital militar, lugar que estaba internado desde hace dos semanas.
El ex general golpista cumplió 91 años el pasado 25 de noviembre y, mediante carta leída por su esposa, asumió la responsabilidad política de lo obrado durante su régimen (1973-90), pero dijo que no pedirá perdón.
Sectores populares, incluidas agrupaciones de familiares de miles de víctimas de la represión, no sólo le niegan cualquier derecho a recibir honores sino que demandan que sea degradado militarmente por haber desprestigiado a las fuerzas armadas.
A pesar de la intensa -y en ocasiones exagerada- cobertura de los medios nacionales y extranjeros sobre la salud de Pinochet, para el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, se trata de “una figura del pasado”, de escasa influencia sobre la actual sociedad chilena.
Pero, analistas locales comienzan a hacerse preguntas sobre el “Pinochetismo sin Pinochet”, algunas de las cuales fueron reflejadas públicamente este fin de semana en una breve encuesta de La Nación.
El diputado democratacristiano Pablo Lorenzini, por ejemplo, dijo que Pinochet pasará a la historia “como un libro en blanco y que abajo dirá sin historia , porque no ha hecho historia.
Yo prefiero olvidar lo que fue y, desde el año 70 hasta el 90, para mí la historia está en blanco, afirmó.
El diputado socialista Carlos Montes opinó que será recordado como “una figura que marcó una etapa en un sentido muy negativo, porque su base fue el autoritarismo de la dictadura más brutal que ha tenido Chile en la historia”.
Para Esteban Valenzuela (Partido Por la Democracia), Pinochet ocupará el lugar de “un rastrero que tuvo suerte, porque incluso desde la lógica de los golpistas había otros y él se sumó a última hora, o sea que tuvo hasta suerte en el golpe”.
Y, añadió: “Luego, como un asesino. Algunos dicen que es positiva la apertura al comercio exterior, pero a un costo social brutal, y también pasará a la historia como un ladrón y un cobarde”.
La encuesta de La Nación también incluyó a parlamentarios que encuentran hechos positivos en el régimen de Pinochet, aunque comienzan a reconocer también graves violaciones a los derechos humanos.
Para Alfonso Vargas, de Renovación Nacional, Pinochet será reconocido “como un gobernante que hizo grandes transformaciones, principalmente en lo económico, pero también en todo sentido”.
No obstante, admitió: “Hay que reconocer que tuvo un problema grande en materia de derechos humanos y esto la historia lo tiene claro y se opaca finalmente con lo que todavía es materia judicial”.
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Santiago de Chile, 10 de diciembre 2006
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