La Constituyenta es la principal iniciativa de Correa y del Movimiento Alianza País, durante la campaña electoral para acabar la partidocracía y despojar toda su influencia de los poderes estatales.
Por ello, ha pegado con fuerza entre las organizaciones civiles, populares y otros grupos que ponen ahora todas sus esperanzas de cambio en esta proposición.
Organizaciones de Quito y Guayaquil efectúan seminarios y talleres con miras a incorporar a sus representantes a la Constituyente, la cual -según el futuro ministro de Gobierno Gustavo Larrea- no necesita el visto bueno del Congreso.
El mandatario electo prometió que el segundo decreto a firmar tras asumir la jefatura del Estado el 15 de enero el 2007 será la convocatoria a una consulta popular para pedir una Asamblea Nacional Constituyente.
Correa, quien mañana viajará a Brasil en su primera salida internacional tras ganar los comicios, ratificó que esa Asamblea va, a pesar de las maniobras de los partidos de derecha.
Alexis Ponce, vocero del Asamblea Permanente de Derechos Humanos, anunció la creación de una Alianza integrada por unas 100 agrupaciones, con miras a presentar sus delegados a la Constituyente.
Adelantó que formaron una comisión jurídica, la cual pretende exponer algunas ideas a Alianza País con el propósito de garantizar equidad de representantes en la venidera Asamblea.
Ponce señaló que conforman listas únicas de candidatos de la sociedad civil y de los partidos políticos.
Además de esta Alianza, otras 26 organizaciones de mujeres, jóvenes, de barrios y de derechos humanos de Guayaquil celebrarán un encuentro para exponer sus puntos sobre la Constituyente y seleccionar a sus posibles candidatos.
Movimientos políticos, asociaciones de pequeños industriales, artesanos, mineros, comerciantes, importadores y agricultores se organizan igualmente con miras a jugar un importante rol en esa Asamblea, la cual contará con plenos poderes.
El próximo titular de Gobierno subrayó que el electo mandatario no desea cambios traumáticos y por ello dialoga con los partidos políticos, pero si no existe un acercamiento, habrá Asamblea Constituyente con el respaldo de la ciudadanía.
Rememoró que el artículo 104 de la Constitución contempla que el presidente del país tiene la facultad para convocar un plebiscito sin tener como requisito la aprobación del texto de consulta por parte del Congreso.
Quito, 7 de diciembre 2006
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