Autoridades de la Fiscalía General de la República (FGR) y de la Dirección de Inmigración y Extranjería (DIE) denunciaron que la hostilidad de sucesivos gobiernos estadounidenses contra la revolución cubana ha constituido un estímulo al tráfico ilegal de personas.
Concretamente, la Ley de Ajuste Cubano (1966) ha tenido una trascendencia especial en el comportamiento de la emigración cubana, en particular hacia Estados Unidos, a lo cual se suma “el criminal y genocida bloqueo” económico, sostuvieron expertos locales.
La referida normativa, calificada aquí de “Ley Asesina”, convierte en singulares a los inmigrantes cubanos en comparación con los de otros países, afirmaron a Prensa Latina especialistas participantes aquí en un encuentro internacional de ciencias penales.
Agregaron que la Ley de Ajuste Cubano facilita la obtención de la residencia, ciudadanía estadounidense, permisos de trabajo y subvenciones económicas, lo que estimula el flujo ilegal de emigrantes.
“El gobierno de este país ha continuado en su posición altamente politizada alrededor de la migración, a fin de tomarla como factor de presión interna y externa, y vía para hacer propaganda sobre la inviabilidad del socialismo en Cuba”, enfatizaron.
Con tal fin, Washington redujo al mínimo el otorgamiento de visas pactado en un acuerdo migratorio bilateral de 1994 y, de hecho, estimuló las salidas ilegales, un fenómeno que se incrementó durante 2005 y hasta marzo de 2006, de acuerdo con informes oficiales.
En el referido período, señalaron las fuentes, se detectaron además traficados y traficantes que pretendieron abandonar e ingresar al país utilizando la condición de turistas, enmascarados en matrimonios convenidos y la utilización de documentación falsa.
Según demuestran diversas investigaciones, algunos países del área del Caribe, Centroamérica y Europa son utilizados como intermediarios por los contrabandistas de personas, a fin de garantizar a los emigrantes ilegales la entrada a Estados Unidos.
Por otro lado, oficiales de alto rango del Ministerio cubano del Interior (MININT) indicaron a Prensa Latina que en los últimos tiempos aumentó la penetración de traficantes de personas al territorio nacional por vía marítima.
En consecuencia, se incrementó también el uso de la violencia por esos delincuentes cuando fueron detectados por las autoridades guardafronteras.
Los traficantes utilizan embarcaciones inseguras en las que se transportan gran cantidad de personas, incluyendo mujeres y niños que son sometidos a una travesía en ocasiones con desenlaces fatales.
En opinión de los oficiales del MININT, “los esfuerzos de las autoridades cubanas en limitar ese fenómeno por sus implicaciones humanitarias, legales y del normal desarrollo de las relaciones bilaterales se han visto limitados por la política norteamericana.
La Casa Blanca aplica la política de “pies secos, pies mojados”, consistente en admitir a quienes logren pisar territorio estadounidense y repatriar a aquellos interceptados en alta mar.
Tal arbitrariedad permite a redes delincuenciales que operan desde países vecinos introducir ilegalmente cubanos en Estados Unidos.
El fiscal general de Cuba, Juan Escalona Reguera, indicó que desde 1999 la legislación penal de este país tipifica como delito el tráfico de personas en todas sus manifestaciones que violen el flujo legal, ordenado y seguro.
La Habana, 24 de noviembre 2006
Prensa Latina , 0, 48, 7