Entre los centros tomados por los jóvenes se encuentran los liceos más emblemáticos de esta capital, por donde comenzó en mayo pasado la denominada “revolución de los pingüinos” y que desembocó en la primera gran crisis del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
La protesta se extenderá por lo menos hasta el sábado próximo cuando la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) -órgano rector del movimiento- decidirá si llama a una movilización nacional.
María Huerta, una de las principales dirigentes del sector, dijo que la nueva arremetida responde al pobre trabajo desarrollado hasta el momento por el Consejo Asesor Presidencial para la Educación, nombrado el pasado mayo por Bachelet para proponer cambios al sistema.
La dirigente, que cobró fama en las protestas de mayo y junio pasado, subrayó que se requiere de una mayor voluntad política del gobierno para plantear los temas de relevancia para los estudiantes en otras instancias.
“Tiene que haber una voluntad política, un lobby presidencial y otro ministerial, que se tiene que desarrollar fuera del Consejo Asesor y en el Congreso”, aseguró la dirigente, que se encuentra recorriendo el país en busca de apoyo para el movimiento.
La joven afirma que el gobierno de “no cumplió con las becas de la Pruebas de Selección Universitaria (PSU el pase escolar está “en veremos” porque los transportistas se oponen, y las raciones alimenticias se pueden perder si no se agrandan los comedores.
A las quejas se suma que los recursos para que cada infraestructura se arregle en los liceos sigue siendo concursable, el Consejo Asesor es mediocre y no trabaja, y los problemas de la desmunicipalización de la enseñanza y la LOCE deben ser vistos también en el Congreso.
En el mismo sentido, la ACES (Zonal Centro) llamó a los senadores y diputados a que “en el más corto plazo posible” establezcan un proyecto de reforma a la Ley Orgánica de la Enseñanza (LOCE) que contenga los puntos “sobre los cuales ya existe un amplio consenso social”.
“La idea es llevar ahora esta problemática directamente al Congreso Nacional y son los legisladores los que tienen la facultad de generar proyectos de ley, que es lo que nosotros necesitamos”, señaló Aldo Cerpa, uno de los dirigentes de la organización estudiantil.
Resaltó que ahí es “donde vamos a ver la voluntad política que existe para cambiar la educación chilena”, convertida en uno de los negocios más lucrativos del país desde que el ex dictador Augusto Pinochet privatizó la enseñanza en la década de los 80.
Los jóvenes leyeron una declaración donde abogan por “cambiar lo antes posible íntegramente el marco jurídico de la educación chilena” para que no se perpetúen las mismas inequidades sociales del pasado con el notable aumento que tendrá el presupuesto educativo para el 2007.
Dijeron que tomando en cuenta que parlamentarios de diversos sectores se comprometieron con su voto a la causa de los estudiantes, ahora tienen la responsabilidad moral y social de impulsar los proyectos de ley necesarios para la cambiar de la enseñanza.
“Exigimos al más corto tiempo posible un proyecto de reforma a la LOCE conteniendo los puntos sobre los cuales ya existe un amplio consenso, y en particular tomar las medidas necesarias para prohibir el lucro con la educación”, aseveraron.
También plantearon que se debe formular una nueva estructura administrativa para los establecimientos educacionales públicos, asegurando calidad y equidad, incluyendo el paso de los colegios municipales a manos del Estado.
“Ahora son ustedes, señores parlamentarios, quienes tienen en las manos los sueños e ideales de todos los estudiantes de Chile, es el momento en que deben apoyarnos a construir un país más justo para todos”, concluyeron.
Santiago de Chile, 12 de octubre 2006
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