Tal es la razón que explica la presencia del Secretario General del Comité Asesor Sindical de la OCDE en la Conferencia Internacional Anti-corrupción que tendrá lugar en Santiago los días 27 y 28 de septiembre y que trae a nuestro país a los más importantes expertos mundiales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en materia de detección, investigación y lucha contra el cohecho y la corrupción.
En enero del 2006, la OCDE en conjunto con el Comité Sindical desarrollaron un importante taller de trabajo para determinar el Rol de los Sindicatos en la Implementación de la Convención Anti Cohecho de la OCDE, tratado vinculante para los 36 países que la ratificaron, entre ellos, Chile, Brasil y Argentina, que les obliga a establecer en las legislaturas nacionales el cohecho y la corrupción como delitos.
Además, se analizaron otros instrumentos internacionales que no siendo vinculantes legalmente para los países pueden resultar importantes para los trabajadores en la lucha contra la corrupción, especialmente las Directrices sobre Multinacionales de la propia OCDE que incorporan un capítulo sobre corrupción. En caso de que una empresa multinacional viole las normas en esta materia, los sindicatos pueden acudir a los Puntos Nacionales de Contacto de su país y exigir su intervención.
Esto resulta relevante, ya que para el sindicalismo internacional la corrupción impide el desarrollo, distorsiona la colocación de recursos, es desventaja para los más pobres, mina la credibilidad en los gobiernos en sus sistemas sociales y anula los derechos de los trabajadores.
Un informe de Naciones Unidas demuestra que cientos de billones de dólares se pierden anualmente en corrupción, cuando podrían servir para apoyar al desarrollo de los países más pobres.
Uno de los hechos más impactantes para los sindicatos es que el ranking de países de mayor a menor libertad sindical, es casi idéntico al ranking de países con las peores formas de cohecho. Se comprobó que el ejercicio de la libertad sindical está estrechamente ligado a culturas de mayor probidad y transparencia.
Además, está demostrado que, los bajos salarios de los funcionarios públicos han sido elementos que propician la corrupción y el cohecho, por tanto, los gobiernos deben otorgar derechos plenos a la negociación colectiva y salarios dignos para el Sector Público, no sólo por justicia, sino también como importante medio para el combate a la corrupción.
Así el Movimiento Sindical Internacional ha definido como parte prioritaria de su misión la lucha contra la corrupción, en tanto, ésta limita el ejercicio de los derechos laborales e impide la creación y permanencia del trabajo decente.
El sindicalismo resulta así un actor protagónico para la lucha contra el cohecho y la corrupción, considerando particularmente su representatividad, su articulación global, su independencia de los gobiernos y los negocios.
En Chile es un tema poco abordado por los sindicatos, pero hay que desarrollar la vigilancia en esta materia. Si bien nuestro país está entre los menos corruptos, también es importante considerar que en el ámbito laboral, la falta de derechos y la brecha de inequidad directamente relacionada con los bajos salarios, son permanentes estímulos para el desarrollo de prácticas corruptas, por ello, es necesario que el movimiento sindical tome conciencia de esta estrecha relación entre libertad sindical y lucha contra la corrupción.
La presencia y el testimonio del Secretario General del Comité Asesor Sindical de la OCDE, en esta Conferencia debe ser tomada con mucha seriedad por el Gobierno. Sobre todo, en este momento de movilizaciones del sector público, de los trabajadores/as de la salud, profesores/as, empleados/as fiscales y municipales, considerando que entre los objetivos estratégicos de país está el ser aceptados como miembros plenos de la OCDE.
Para quien esté más interesado en la materia, consultar la Red Sindical Anticorrupción: UNICORN (www.againstcorruption.org)
Por: Ana Bell Jaras. La autora es Directora Observatorio Laboral, Consejera Nacional CUT y miembro del Consejo Editorial de Crónica Digital.
Santiago de Chile, 27 de septiembre 2006
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