El cuerpo fue encontrado esta madrugada, en la carretera que conduce de la ciudad de Sonsonate a la de Acajutla, 84 kilómetros al suroeste de esta capital.
Una vocera de la catedral de Sonsonate aseguró que el prelado “fue interceptado por un grupo de desconocidos que lo asesinaron salvajemente”.
De acuerdo con la Policía Nacional Civil (PNC), el sacerdote que era párroco del poblado de Santa Catarina Masahuat, lugar vecino a Sonsonate, al parecer murió de una pedrada en la cabeza.
Según Carlos Castaneda, diputado por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), “el padre Romero era muy popular por el servicio social que prestaba en Sonsonate, especialmente a los pobres”.
El legislador exigió una profunda investigación de este nuevo crimen.
Hasta el momento se desconocen más detalles del asesinato, sólo que en lugar de los hechos también se encontraba el vehículo de la diócesis.
Este crimen forma parte de la ola de violencia que sacude a El Salvador y que, según la PNC, deja como promedio unos 10 asesinatos diarios.
Aunque las autoridades atribuyen la mayor parte de esos homicidios a las pandillas o maras y a las trifulcas entre ellos, lo cierto es que la criminalidad en la nación afecta a diversos sectores.
El pasado 27 de agosto, también fue asesinado el periodista del diario La Prensa Gráfica Douglas Hernández.
Un estudio de la Universidad centroamericana de El Salvador indica que la criminalidad en el páis deja 12 muertos y unos 500 asaltos a mano armada diariamente.
Esta nación posee una tasa de 55 homicidios por cada 100 mil habitantes, una de las más altas de Latinoamérica y del mundo.
San Salvador, 26 de septiembre 2006
Prensa Latina , 0, 118, 19