Tras una consulta informal la noche del domingo a mano alzada, el gremio convocó a una votación oficial supervisada por autoridades de la Secretaría Regional del Trabajo, que dejó oficialmente registrada la oposición a la oferta presentada por la empresa el fin de semana.
El conteo de votos evidenció que mil 868 la rechazaron, 38 la aprobaron, nueve anularon y 137 se abstuvieron de sufragar. De los sufragios válidamente emitidos el rechazo representa el 98,2 por ciento del total.
El presidente del sindicato, Luis Troncoso, destacó que “esto demuestra que nosotros no somos anarquistas sino que fue una decisión propia, sin presiones o interferencia de ningún tipo, totalmente democrática”.
“El resultado nos da más fuerza para seguir adelante y demostrarle a la compañía que lo que estamos solicitando es algo totalmente justo y creemos que si ellos necesitaban esto se lo vamos a entregar”, subrayó el dirigente.
Representantes de Escondida, propiedad a un conglomerado de grandes transnacionales que encabeza la anglo-australiana BHP Billiton, dijeron que la propuesta rechazada era la última oferta que hacían.
Tras la votación, cuyos resultados fueron dados a conocer entrada la noche en la norteña ciudad de Antofagasta, capital de la II Región, algunos trabajadores colocaron barricadas en las afueras del complejo deportivo donde están concentrados en carpas desde el 7 de agosto.
Las manifestaciones y el humo de neumáticos quemados provocaron cortes de tránsito en ambos sentidos de la llamada Ruta de la Minería, que une la carretera 5 Norte y que conecta la capital regional con el sur del país.
La empresa presentó dos propuestas a tres o cuatro años de contrato colectivo. En la primera ofrecía un reajuste salarial de 4,0 por ciento, el que variaba en el caso de la segunda propuesta con un incremento del 1,3 real adicional en el cuarto año.
En el caso de los bonos, si la negociación se establecía en tres años se entregarían 12 millones 500 mil pesos (unos 23 mil 500 dólares), incluido en la suma un préstamo sin intereses equivalentes a tres millones.
Mientras que en un acuerdo de cuatro años se entregarían 17 millones (unos 32 mil dólares), considerado en ese total un préstamo de cuatro millones, entre otros beneficios en salud y escolaridad para los hijos de los mineros.
Los trabajadores reclaman un reajuste del 10 por ciento de los salarios, y bonos por incrementos en los precios internacionales del cobre, término de contratos y otros beneficios por 16 millones (unos 30 mil dólares) por trabajador.
Según Troncoso, el rechazo se debe a que en ambas ofertas se ofrece un préstamo, el cual “lo tendríamos que devolver”.
Con el resto del monto, además, se tendría que entregar un 45 por ciento al Estado con la aplicación del impuesto Global Complementario.
Solamente en los primeros seis meses de este año, Escondida -que produce más del 20 por ciento del cobre nacional- obtuvo ganancias por más de dos mil millones de dólares, 221 por ciento más que en igual período del 2005.
Junto con la Corporación del Cobre (CODELCO) es la empresa chilena que mayores utilidades obtuvo en el país, pero con la diferencia que mientras el total de las utilidades de la minera estatal ingresan al Fisco, las de la transnacional salen para el extranjero.
Los trabajadores buscan equiparar sus salarios, inamovibles desde el 2003 cuando el precio del cobre estaba a 0,66 dólares la libra, con los valores actuales del mercado internacional, que fluctúan entre 3,40 y 3,60, lo que ha permitido a la empresa multiplicar sus utilidades.
Teniendo en cuenta que cumplidos los primeros 15 días del paro la empresa queda libre por las leyes chilenas para negociar el contrato individualmente con cada uno de los trabajadores, fuentes gremiales prevén en las próximas horas fuertes manifestaciones y bloqueos.
Santiago de Chile, 22 de agosto 2006
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