El conflicto es producto de la decisión oficial de paralizar la construcción de un gigantesco puente sobre el canal de Chacao, que uniría a la isla de Chiloé con el continente, uno de los proyectos más ambiciosos del ex presidente Ricardo Lagos.
La obra, proyectada inicialmente a un costo no mucho mayor de 300 millones de dólares, se ha elevado por encima de los 700, una cifra que para un país con tantas falencias no se justificaría, según las autoridades.
Cisma en la coalición gobernante
Sin embargo, los chilotes como sectores de la Concertación y del propio gobierno de Bachelet, iniciaron una fuerte campaña para revertir la de determinación del ejecutivo, amenazando un fractura en las filas de oficialismo.
El diputado de la Democracia Cristiana (DC) Gabriel Ascencio, amenazó el martes pasado con renunciar a la presidencia de su bancada y evaluar su lealtad al gobierno, la ex canciller y actual timonel de la DC Soledad Alvear, tomó distancia de La Moneda y apoyó a su camarada Ascencio, demostrado con ello claras divergencias con la mandataria.
Uno de los argumentos que puso sobre la mesa la senadora dece, es que Chile cuenta con suficientes recursos económicos, para la construcción de obras públicas ya que éstas apuntan al desarrollo del país y a su conectividad.
“Para Chiloé, la suspensión de la construcción del puente Chacao es matar una esperanza y, por ende, también matar muchas posibilidades de desarrollo que los habitantes de la isla se habían planteado”, afirmó Alvear.
En una dura critica a Bachelet, Alvear advirtió que “los proyectos no sólo deben mirarse por su rentabilidad económica, sino que también por su rentabilidad social”, por lo que el gobierno debería reconsiderar su decisión.
En tanto, Ascencio reiteró que evaluará su pertenencia al Gobierno y dijo que la Presidenta tiene la solución en sus manos. “Si ella no lo soluciona, me pondré del lado de los chilotes, no del lado de la señora Presidenta”, precisó.
El proyecto que ha costado ya 20 millones de dólares al presupuesto nacional desde 1998 por estudios de factibilidad de diferente índole, a lo que se sumarán ahora otros 10 millones que el gobierno deberá pagar como indemnización a la empresa concesionaria, pone de relieve la impericia de la administración pública, la cual no ha sabido calcular los costos de obras como el puente de Chile.
Escalona defiende al gobierno
El presidente del Partido Socialista, Camilo Escalona, responsabilizó a la empresa de cometer un grave error político, porque es evidente que el país está en condiciones de asumir un determinado costo, pero no uno descontrolado.
Dijo que espero que la concesionaria haya hecho bien los cálculos, y lo que solicita sea efectivamente así, porque si la concesionaria pensó que con la sola presión política podía llevar a que el país gastara una cifra por encima de los costos reales.
Sobre las criticas de sus socios demócratas cristianos, Escalona se declaró como un parlamentario de Gobierno, porque tengo una sola camiseta: la de la Concertación, y no la de Concertación y la de oposición. Mi comportamiento en eso es sumamente coherente, de manera que tengo desde el año 90 una trayectoria que me distingue como un parlamentario de Gobierno, en las duras y en las maduras.
En tanto, el legislador Ascencio centró sus críticas en el ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán, quien afirmó que de materializarse la polémica obra se dejarían de pavimentar dos mil kilómetros de caminos o se postergarían otras grandes necesidades de la población.
Aun cuando el ministro del Interior, Belisario Velasco, descartó que la posición rebelde de los DC haya generado un problema para el Gobierno o la Concertación, lo cierto es que la revuelta causó aprehensiones en La Moneda.
Chilotes bloquean ingreso a la isla
Con la consigna “Chiloé merece respeto”, los habitantes de la isla de los palafitos y los brujos iniciaron hoy una protesta en contra de las medidas del gobierno de no construir un puente que los pueda unir con el continente.
La movilización cuenta con el respaldo de los diez alcaldes de las comunas chilotas, juntas de vecinos, transportistas, representantes del comercio y el Comité por el Desarrollo de Chiloé.
La acción de presión, es una de las tantas que ha tenido que enfrentar el gobierno de Bachelet, y que es una de tantas que vendrán y que pondrá a La Moneda, sin capacidad de movimiento y de poder estabilizar el rumbo.
Todo indica que la protestas de Chilotes, se suman a los reclamos contra la planta de Celco Nueva Aldea en la VIII Región y los basurales en territorio mapuche. Al parecer las movilizaciones partieron desde Santiago y llegaron al sur del país, pero todo indicaría que podrían volver a la capital en los próximos meses y con los mismos actores que mantuvieron en vilo a todo país- los escolares-, pero con el posible apoyo de sus maestros que están en negociación con el gobierno.
Por: Iván Gutiérrez Lozano. El autor es director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 4 de agosto 2006
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