Al respecto, Escalona señaló que los últimos acontecimientos ocurridos en el país relativos a la discusión por ejemplo del sistema previsional, los cambios en el ámbito educacional, la relación entre mayor gasto y crecimiento, el tema del aumento del gasto público, confirman la necesidad de que en nuestro país se pueda institucionalizar el Diálogo Social y desde ese punto de vista esta iniciativa tiene una alta significación.
Acotó que hay un conjunto de temas que sin perjuicio que al gobierno le corresponde tomar una decisión sería útil y conveniente contar con una instancia ampliamente representativa de todos los actores sociales, no solo por la buena disposición de esos actores, sino por la existencia de un canal institucional de participación para estos.
La idea de este Consejo es justamente que sea un contrapeso para fortalecer a las organizaciones más débiles en relación a las más fuertes, porque sin duda que aquí hay una amplia gama de organizaciones del mundo popular que por su debilidad quedan excluidas y su opinión, independientemente que sus organizaciones sean mayoritarias, son poco tomadas en cuenta, aseveró.
Agregó que esa instancia ayudaría además a que se pueda contrapesar el desequilibrio que hay en el ámbito de los actores sociales. Sin duda que en el caso de los actores pertenecientes más al mundo popular que al mundo de las finanzas es difícil que ellos puedan tener un espacio en el cual puedan participar y opinar y, por lo tanto, la idea de un Consejo Económico Social tiende a mejorar las condiciones de interlocución de esos sectores. Por eso como socialistas concurrimos a este proyecto de acuerdo con la idea de enriquecer el proceso democrático.
Puntualizó que un Consejo Económico Social sería un organismo permanente que podría canalizar de una manera institucional las opiniones de las diferentes organizaciones sociales.
Santiago de Chile, 12 de julio 2006
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