Burgos, de la Democracia Cristiana (DC), y Hales, del Partido por la Democracia (PPD), dijeron que aún se desconoce el objetivo de poner en órbita un aparato que no se sabe siquiera si tendrá uso civil o militar.
Señalaron que a pesar de haberla pedido, no han tenido información de la ministra del ramo, Vivivanne Blanlot, salvo que tiene un costo de 40 millones de dólares y será gerenciado por los tres comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas.
“Hace dos meses los chilenos nos enteramos por los medios de comunicación, que el Estado de Chile tenía muy avanzada la compra de un satélite por un valor aproximado de 40 millones de dólares”, resaltó Burgos.
Para Hales, quien preside la Comisión de Defensa de la cámara baja, “a un Gobierno de 100 días le hace falta tomar una decisión que se madure un poco más, que se revisen los antecedentes que están pendientes”.
Sostuvo que la determinación -cuya ratificación está programada para mediados de julio- “es apresurada”. Recordó que ésta fue tomada bajo la administración del ex presidente Ricardo Lagos, por lo que el Gobierno de Michelle Bachelet debería pensar mejor el tema.
Burgos agregó que “están pendientes muchas gestiones que es importante que estén sumamente claras al momento de tomar la decisión, por lo que solicitaron a la Ministra de Defensa que amplíe el plazo para aclarar todo lo que está pendiente.
En declaraciones hace una semana a Crónica Digital y Prensa Latina, Hales expresó su preocupación de que el satélite, que será operado por especialistas de Fuerza Aérea de Chile, sea utilizado con fines de espionaje contra países vecinos.
“Una cosa es que compremos aviones -la mitad de los que tiene Perú- y otra cosa distinta es adquirir un satélite que una vez colocado en una órbita polar estaría claramente destinado a observar a los países latinoamericanos”, subrayó.
El diputado cuestionó que la adquisición del aparato al consorcio espacial EADS constituya una prioridad para el país.
La operación será financiada por las compensaciones económicas derivadas de la compra de 10 aviones F-16 que Chile realizó en Estados Unidos a un costo cercano a los 600 millones de dólares, y que operarán en una base cercana a la frontera con Perú.
Santiago de Chile, 2 de julio 2006
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