Las autoridades a cargo de la seguridad están a la espera de un informe de la Policía de Investigaciones sobre una manifestación de protesta ocurrida este jueves contra la planta de celulosa Celco, acusada de provocar graves daños ecológicos en el sur del país.
En la manifestación, convocada por activistas locales de la Organización Greenpeace, participaron cinco extranjeros: tres brasileños y dos argentinos, quienes habrían ingresado al país con visas turísticas.
Samuel Leiva, vocero de los manifestantes, acusó a la celulosa Celco de pretender distorsionar el sentido de su protesta, al señalar que los extranjeros ingresaron a la planta y participaron activamente en la ocupación efectuada entre el miércoles y jueves pasado.
Sostuvo que ellos permanecieron junto a los manifestantes locales que bloquearon el acceso a la planta con un camión y fueron desalojados el jueves y dejados en libertad junto a los otros que participaban en esa acción.
“He dado instrucciones para que cualquier extranjero que haya ingresado con visa turista y que se involucre en cualquier acto que afecte el orden público y comprobados los hechos, se le suspenda la visa y sea expulsado”, dijo el ministro.
La intención del gobierno es enviar una rígida señal y frenar de golpe una seguidilla de hechos en los que las autoridades han denunciado la participación de activistas de países vecinos, aunque no siempre ha podido ser demostrada.
Las primeras luces de alerta fueron encendidas en marzo pasado, cuando la presidenta Michelle Bachelet iniciaba su gestión, y estuvo relacionada con una protesta de pobladores de la popular comuna de Peñalolen donde se afirma estuvo involucrado un piquetero argentino.
Según las autoridades los manifestantes habrían actuado en conexión con Carlos “Chile” Huerta, un miembro de los denominados piqueteros argentinos, quien les habría dado instrucciones sobre mecanismos para hacerle frente a la policía.
Semanas después fue detenido y expulsado del país el joven argentino Jorge González, acusado de participar en una manifestación estudiantil. La expulsión fue protestada por el Partido Humanista chileno, que interpuso una demanda en los tribunales.
González -un activista del movimiento pacifista argentino- fue detenido cuando transitaba próximo a un lugar donde se registraban enfrentamientos entre policías y estudiantes, y había sido invitado a un congreso humanista en Santiago, según la organización.
Santiago de Chile, 25 de junio 2006
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