La Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja resolvió anoche suspender el viaje oficial previsto para el 20 de julio próximo al Congreso boliviano, tras una reunión a puertas cerradas con el canciller Alejandro Foxley.
Poco antes la presidenta Michelle Bachelet terció en el debate para mover el piso a los senadores Alejandro Navarro y Nelson Avila, así como a los diputados Marco Enríquez-Ominami, Alejandro Sule y René Alinco, integrantes de la misión que fue a La Paz.
“En Chile nadie tiene ninguna duda de quién define la política exterior, que es el gobierno: esta Presidenta y a través de la Cancillería”, sostuvo la mandataria luego que la derecha exigió explicaciones al Ejecutivo y a los líderes de los partidos oficialistas.
El diputado Jaime Quintana -miembro de la comisión legislativa- indicó que el viaje oficial programado fue suspendido como resultado de la visita realizada el pasado fin de semana por los parlamentarios que -en su opinión- “generó ruido y algún nivel de malestar”.
Quintana, del oficialista Partido por la Democracia, señaló que en las circunstancias creadas “lo más razonable por ahora es no concurrir a esa cita en La Paz porque no se puede afectar un proceso que es mucho más de fondo y que es tener una agenda abierta con Bolivia”.
El Canciller, por su parte, reconoció al término de la cita que el Congreso es independiente del Poder Ejecutivo y los parlamentarios tienen derecho a reunirse con quienes quieran.
Advirtió, sin embargo, que el gobierno lleva adelante “una conversación muy delicada”, que es muy fácil se altere, y por tanto es muy importante que los distintos sectores de la vida nacional respalden una política de Estado que requiere unidad nacional.
A la reunión parlamentaria no se le permitió la entrada al senador Navarro, quien en horas de la tarde defendió el viaje del grupo de legisladores y declaró que el gobierno chileno no debía tenerle miedo al diálogo con sus vecinos.
El senador socialista subrayó que La Moneda debe entender que hay autonomía del Parlamento. “Somos parte de una coalición de gobierno, respetamos la potestad de la Presidenta de la República, pero el Canciller no puede temerle al diálogo”, enfatizó en tono molesto.
En otra parte de sus declaraciones, Foxley manifestó que las negociaciones sobre abastecimiento de gas entre Bolivia y Argentina son exclusivas de ambos países y Chile tratará sus temas de abastecimiento únicamente con las autoridades trasandinas.
“El gas que llega a Chile es un gas argentino que viene de Argentina y si tenemos problemas de abastecimiento de gas se va a resolver en conversaciones con el gobierno de ese país”, puntualizó tras destacar el buen nivel de las relaciones bilaterales.
Dijo que la comunicación entre el presidente Néstor Kirchner y la mandataria chilena “es continua y los ministros estamos también conversando muy frecuentemente.
“Vamos a mantener el tema en ese ámbito y vamos a ir buscando soluciones a medida que transcurran los hechos”, indicó.
El titular rehusó hacer comentarios sobre las negociaciones entre Bolivia y Argentina por el tema del gas “mientras no haya información oficial”.
“Esperamos que en Bolivia se entienda que nosotros tenemos interés y que estamos trabajando seriamente para tener una agenda bilateral de conversación para avanzar en un proyecto común, comercial, cultural, de intercambio e integración física”, apuntó.
Santiago de Chile, 15 de junio 2006
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