Vivek Maheshwari y Ravi Saraf, de la Universidad de Nebraska, indicaron que la inventiva puede preparar las condiciones para que en un futuro sean diseñados robots que tengan esa capacidad, de acuerdo con la publicación.
El tacto humano tiene una resolución espacial de 40 micras (millonésima parte de un metro) y los sensores actuales se encuentran en la gama de milímetros, explicó Saraf.
Dicho dispositivo consiste en una delgada película electroluminiscente que responde a la presión de los dedos, luego la luz es capturada por una cámara espacial.
La película alterna capas de oro y nanopartículas de sulfuro de cadmio separadas por capas y puede reproducir imágenes detalladas de un objeto, cómo demostraron en el caso de una moneda corriente.
“Lo bello de todo esto es que hemos logrado hacer el dispositivo de tal forma que la cantidad de cambio de corriente -o de luz- que se produce es exactamente proporcional a la presión que se aplica”, señaló Saraf.
Además de imitar la sensibilidad táctil la película es robusta y flexible para ser utilizada en más de una ocasión.
El científico indicó que puede ser utilizada en operaciones de cáncer, lo que contribuiría a aumentar el éxito de la cirugía.
Washington, 9 junio 2006
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