Martínez se mostró “molesto” y “preocupado” por la actitud conciliadora de La Moneda con el empresariado y la derecha opositora en una normativa que buscaba terminar con los abusos de empresas privadas que subcontratan trabajadores para terceros en condiciones irregulares.
El proyecto, que lleva años estancado en el Congreso, había sido conciliado entre las bancadas de los partidos que integran la coalición de gobierno y se encontraba listo para ser aprobado por la mayoría con que cuenta el oficialismo en ambas cámaras.
Sin embargo, la presidenta Michelle Bachelet dispuso sorpresivamente postergar la votación hasta la semana próxima para dar tiempo a la derecha opositora a que presente su propio proyecto, en cuya versión se propone cambios sustanciales al texto negociado.
“Por esta vergüenza de la Concertación, vamos a llamar a un paro nacional si es necesario”, afirmó indignado Martínez, tras denunciar que detrás de la medida lo que se busca beneficiar a las empresas privadas a expensa de los intereses de los trabajadores.
Dijo que “lo mínimo que puede hacer el gobierno es impedir que se sigan dando tantas razones sociales dentro de las empresas”.
“Eso es seguir al filo de la ley con el tema de los impuestos, y crear las condiciones para eludir todas las responsabilidades de la empresa mandante, respecto de los temas sindicales, previsionales y laborales”, advirtió.
Subrayó que si no se resuelve eso, como mínimo, no tendría sentido que se aprobada el proyecto del ley.
La molestia del líder de la principal central obrera del país afloró luego de que el senador de la extrema derecha Pablo Longueira indicara que se llegó a un “preacuerdo” en la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputado.
“El tema de la empresa está despejado. Se mantiene la definición que está en el Código del Trabajo, y se mantendría una definición y no dos, como está planteado en el texto del proyecto original”, aseguró Longueira.
Martínez aclaró que su molestia no es gratuita y tiene que ver con que la CUT ha sido clara en resaltar que no es partidaria del proyecto logrado por la coalición gobernante, por considerarlo “lo mínimo que pueden aprobar”
“Pero si ahora, además, quieren seguir modificándolo, sacándole el nuevo concepto de empresa… ¡Se están riendo de los trabajadores!”, exclamó.
Señaló que se opondrá fuertemente al pacto, “porque lo que la derecha y el empresariado quiere es que las empresas sigan eludiendo su responsabilidad con los trabajadores, por concepto de las utilidades”, lo que calificó de “una sinverguenzura”.
Santiago de Chile, 10 de Mayo 2006
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