Hasta siete mil 800 dólares la tonelada llegaron los contratos de cobre a tres meses, nivel nunca antes alcanzado desde el inicio de su cotización en Londres en 1877. El zinc, a su vez, alcanzó el récord de tres mil 490 dólares la tonelada.
En la sesión del jueves los futuros del zinc subieron 7 por ciento para récord de tres mil 450 dólares la tonelada en la Bolsa de Metales londinense, estimulados por numerosas compras especulativas.
Un día después, el sucesivo récord significa 40 dólares más por tonelada, lo que da idea de la rapidez del alza en un mercado al parecer sin freno.
El zinc se utiliza principalmente como capa protectora para el hierro y el acero, y como componente de distintas aleaciones, especialmente del latón.
Actualmente, nueve de cada diez vehículos en circulación en Estados Unidos contiene una o varias piezas galvanizadas, lo que representa, como promedio, 15 kilogramos de zinc por vehículo.
También la cotización del aluminio se recuperó ampliamente para tocar su nivel de junio de 1988, con un máximo de dos mil 908 dólares la tonelada.
Debido a la situación del mercado de metales es segura la sustitución del zinc por el aluminio, ante la posibilidad de la estabilidad, e incluso el desenfreno de los altos precios durante un período constante de este año.
Para el transporte, el aluminio es un elemento de primer orden, porque es ligero, fuerte y fácil de moldear. El gasto inicial en energía es totalmente recuperable ya que el vehículo ahorra gasolina y demanda de menor fuerza para moverse.
El uso del aluminio en componentes para automóviles y camiones aumentó en forma constante en la última década por las características de que reduce ruido y vibración.
Otra ventaja del aluminio es que no se oxida como el acero, lo cual significa una vida útil más larga para un vehículo en zonas de clima muy húmedo.
Metales como el níquel, el estaño y el plomo también elevaron su precio aunque sin superar sus máximos recientes.
El níquel impuso récord el 26 de abril de este año, a 20 mil 250 dólares la tonelada, y el estaño subió hasta nueve mil 550 dólares el 21 de abril, su mejor cotización desde mayo de 2004.
El estaño se mantiene sobre los nueve mil 200 dólares por tonelada con futuros de nueve mil 300 en la Bolsa de Metales Londinense y el plomo oscila entre mil 100 y mil 200 dólares la tonelada.
Los metales preciosos y no ferrosos están en una escalada de precios en el que cada uno contribuye a la fuerza económica de los demás, debido a la reducción de las reservas, como ocurre con el zinc, en su más bajo nivel de existencias desde hace 15 años.
El interés de los inversores en las materias primas favoreció un sólido cierre en el fin del primer trimestre y refuerza ahora las operaciones de los operadores de metales en Londres.
En la fuerte alza del precio del cobre influye la creciente demanda de China, Europa y Estados Unidos, lo que se acompaña en los últimos meses por agresivas compras de los fondos de inversión.
Pero también incide la lentitud en la puesta en marcha de nuevos proyectos mineros, debido a que hace cinco años las empresas extractoras apenas sobrevivían con los altos niveles de inventarios.
La explosiva tendencia de los precios de las materias primas desde inicios de este año pudiera provocar descontrol en los costos de proveedores y operadores y el traspaso de síntomas inflacionarios a la cadena de distribución.
Empresa comercializadoras están tomando los récords con preocupación, porque de un momento a otro se desatará la búsqueda de otros materiales para la sustitución de producciones cuando sea factible para los procesos productivos.
Entidades especializadas indican la probable solución de investigaciones y soluciones económicas basadas en materiales alternativos, si continúa la acelerada subida de los precios.
Economistas ecologistas apuntan la contradicción entre el exagerado consumismo de sociedades como la norteamericana, y la realidad de un mundo de limitados recursos y creciente población.
Por: Jaime Porcell
Santiago de Chile, 6 de Mayo 2006
Crónica Digital
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