El padre Jorge Piñango, subsecretario de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), fue hallado muerto el pasado lunes en un hotel capitalino en lo que la Iglesia católica definió como extrañas circunstancias.
Posteriormente el fiscal general, Isaías Rodríguez, rechazó que el caso fuera resultado de la inseguridad, como plantearon algunos medios de prensa y dio a entender que se trató de un crimen pasional de carácter homosexual.
Una declaración de la CEV rechazó las declaraciones de Rodríguez por considerar que “desprestigia al fallecido, a la familia y a la comunidad de los creyentes criminalizando a la víctima y convirtiéndola en sujeto cómplice de su propia muerte”.
Asimismo el vicepresidente de la CEV, el sacerdote Roberto Lucker, pidió que se investigue el caso y “no la conducta moral del padre” y criticó la divulgación de detalles tales como que fue hallado desnudo en una habituación de hotel.
De acuerdo con las investigaciones preliminares Piñango murió por asfixia en una habitación que había alquilado con otro hombre, cuyo retrato hablado es publicado hoy por la prensa local,
El cardenal, Jorge Urosa, quien estuvo presente en rueda de prensa para dar a conocer la posición de la CEV, expresó su criterio que las declaraciones de Rodríguez son una opinión personal, que no obedecer a una política del Estado.
Asimismo criticó el tratamiento dado por algunos medios de prensa oficiales que calificó como de burla y desprecio.
Caracas, 26 de abril 2006
Prensa Latina , 0, 115, 19