La convocatoria a la iniciativa, basada en la convicción de que “la memoria de la cruz es esperanza de liberación”, fue formulada una amplia diversidad de instituciones, organismos no gubernamentales y movimientos sociales identificados con una concepción liberadora del cristianismo. El Vía Crucis comenzará mañana viernes 14 de abril, a las 10:00 horas, desde Tobalaba con José Arrieta en la comuna de Peñalolén.
Los convocantes son el Centro Ecuménico Diego de Medellín, el Centro de Desarrollo Ignacio Ellacuría, el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), la revista “Reflexión y Liberación”, la Pastoral Ecuménica de Personas Viviendo con VIH SIDA, la Comunidad Cristiana Nuestra Señora de La Victoria, el Centro de Encuentro y Formación Pedro Mariqueo, el Grupo de Canto Indoamericano Licanantai, la Comunidad Arco Iris, y el Departamento de Justicia, Paz y Cuidado de la Creación de la Confederación de Religiosos de Chile.
Según explicó a Crónica Digital el director del Centro Ignacio Ellacuría, el propósito del Vía Crucis es “unir el dolor, la humillación y la muerte de Jesús con los sufrimientos de cientos de compatriotas que fueron conducidos a la Villa Grimaldi, un lugar de tortura y muerte”.
Como se sabe, la Villa Grimaldi fue recinto secreto de detención y tortura más importante de la DINA, conocida como “Cuartel Terranova”. Comenzó a operar en 1974, como sede de la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM), y luego se trasladaron al local nuevas unidades del organismo represor.
Allí fueron trasladados centenares de prisioneros, permaneciendo recluidos y sometidos a torturas, en ocasiones por largos períodos. Además, fue el lugar desde donde desapareció una enorme cantidad de detenidos.
Sobre sus terrenos y escombros, en marzo de 1997 se entregó a la comunidad un Parque por la Paz, como contribución a la defensa de la memoria histórica del país.
“Vía Crucis” es una frase en latín que significa, literalmente, “camino de la cruz”. Es una tradición cristiana que conmemora la Pasión de Jesús en su camino al Calvario, por lo cual también es conocido como “Estaciones de la Cruz” y “Vía Dolorosa”.
El camino se representa con una serie de representaciones de la Pasión, o “Estaciones”, las que corresponden a incidentes particulares que Jesús sufrió en camino a la crucifixión
Durante la dictadura militar, el Vía Crucis organizado por la Coordinadora de Comunidades Cristianas Populares fue una de las principales formas de expresión del enorme movimiento de comunidades eclesiales de base y se transformó en una manifestación de la resistencia a la represión al movimiento popular.
El Vía Crucis se realizaba anualmente en localidades populares de las diferentes zonas de Santiago.
El fin del régimen militar coincidió con el repliegue del cristianismo popular al interior de la Iglesia Católica. La Coordinadora de Comunidades Cristianas Populares se extinguió y el Vía Crucis dejó de realizarse durante largos años.
Santiago de Chile, 13 de abril 2006
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