A esa conclusión llegaron expertos del Centro de Estudios Biológicos de Chize en Villiers, en Bois, Francia, luego de analizar expedientes sobre el comportamiento de las aves en esa zona en los años 50 del siglo pasado.
La demora en la cria está relacionada con los cambios en la superficie helada de la Antártida Oriental, de acuerdo con el estudio.
Las especies de aves marinas han demorado nueve meses su llegada a las colonias en comparación con el momento en que lo hacían a mediados del siglo pasado, y además desovan dos días más tarde, indicó la publicación.
El estudio señaló que en esa región existe una disminución de los organismos marinos que constituyen la principal fuente de alimentos de las aves, lo cual está ligado a los cambios en la superficie helada en los últimos 50 años.
También desde 1970, el período helado se ha vuelto más largo y la demora en el deshielo provoca que se retrase la llegada de las aves a sus colonias y puntos de alimentación, precisó la fuente.
Por tanto, la abundancia y accesibilidad a la comida disminuye, lo que provoca que las aves tarden más en obtener las reservas que se necesitan para la crianza, indicaron Christophe Barbraud y Henri Weimerskirch, autores del estudio.
Pero las transformaciones en la superficie blanca de la Antártida explican solo el 24 por ciento de los cambios en el comportamiento de las aves.
Si la llegada a los nidos y la crianza continúa retrasándose, las aves jóvenes aprenderán más tarde a ganarse solas la vida y en condiciones más hostiles.
“Enfrentarían condiciones durísimas justo antes de aprender a volar. Tendrían cada vez menos tiempo para adiestrarse en cómo encontrar sus recursos por sí mismas”, indicó Barbraud.
París, 5 de abril 2006
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