En una virtual guerra en la que las acusaciones y las críticas no cesan, los 21 contendientes tratan de desacreditar al contrario con el propósito de cubrir las manchas de sus planes de gobierno, débiles en la mayoría de los casos.
A pesar de la repulsa popular por esas estrategias que simulan combates de todos contra todos, los medios de prensa (favorecedores de algunos aspirantes) repiten hasta la saciedad las deleznables escenas.
Rómulo un amable taxista, con 20 años en ese negocio en Lima, se quejó de lo denigrante de esas formas, debieran hablar más de cómo resolverán los problemas de desocupación y pobreza en el país, expresó.
Para Anita Huamán, una bella psicóloga y consultora empresarial, resulta difícil creer en las propuestas de los presidenciables, pues más allá de hablar de sus verdaderas intenciones dedican su tiempo a denigrar a los adversarios, o bailar reggaeton tranquilamente.
El líder del Partido Aprista Peruano (APRA), Alan García, ha tratado de captar el voto joven -representa la tercera parte del electorado- con promesas de empleo y bailes, pero a pesar de ello dos aspirantes le llevan la delantera en ese sector etario.
De acuerdo con una encuesta de la empresa DATUM Internacional S.A., el ex presidente (1985-1990) solo recibió el 18 por ciento de los jóvenes contra 33 que apoyaron a Lourdes Flores y 25 a Ollanta Humala.
Ya dos sondeos han puesto en virtual empate técnico a la lideresa de Unidad Nacional y al teniente coronel en retiro, lo que ha llevado a la primera a asegurar que un eventual gobierno de su oponente llevaría a Perú a la quiebra.
Optar por la propuesta del candidato por el Partido Unión por el Perú significaría retroceder y dar un salto al vacío, consideró la también presidente del Partido Popular Cristiano.
En respuesta, Humala la ha llamado a la calma y la serenidad, en lo que diversos analistas han calificado de nerviosismo las reacciones de Flores, la que en un acto proselitista mostró un dedo en gesto obsceno en la ciudad cusqueña de Quillabamba.
“Lo peor que puede hacer Perú en estas elecciones es dar un salto al vacío apoyando viejas ideas que han fracasado y películas que se construyen sobre historias que ya conocemos”, afirmó en directa alusión a Humala.
Sin embargo, su programa de gobierno, y especialmente la propuesta de crear 650 mil empleos al año se ha llevado la mayor cantidad de críticas, porque para muchos será inviable, sin analizar que la autora no dijo dónde los crearía y en qué forma.
Pero lo curioso es que su principal crítico ha sido García, quien en la campaña presidencial de 2001 prometió crear 500 mil puestos de trabajo si llegaba al gobierno. ¿Acaso siente envidia de que lo hayan superado en imaginación?
La más reciente encuesta de DATUM le da mínima ventaja a Flores de 27 contra 26 de su más cercano perseguidor: Humala, quienes al parecer protagonizarán el balotaje, el próximo 7 de mayo, al ningún candidato alcanzar más de la mitad de los votos válidos.
Pero el líder aprista no se puede descartar todavía, lo que conformaría el trío favorito a juzgar por las engañosas encuestas. Los otros 18 presidenciables solo le dan sazón a una campaña considerada de las más sucias en la historia republicana peruana.
Si hiciera falta la segunda vuelta, Flores ganaría ante Humala 47 a 36 y frente al ex mandatario 46 a 29, en caso de una segunda vuelta entre este y el ex militar, ganaría el último 40 a 33.
Mientras se acerca el día D, los postulantes afinarán sus punterías para hacerle el mayor daño posible a los rivales, porque en definitiva parece que en una campaña por la presidencia lo que menos cuenta son los programas.
Por: Roberto Hernández desde Lima, especial para Crónica Digital. El autor es Corresponsal de Prensa Latina en Perú.
Santiago de Chile, 17 de marzo 2006
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