El producto está compuesto por interferón Alfa-2B y la Rivavirina, también logrados en Cuba, precisa una nota difundida por la Agencia de Información Nacional (AIN).
De esa forma, los pacientes cubanos pueden contar con un tratamiento alternativo que aumente las posibilidades de controlar la enfermedad, expresó al citado medio el doctor Hugo Nodarse, master en Ciencias Farmacéuticas del CIGB.
De acuerdo con el especialista, la combinación de esas dos formulaciones permite aumentar la respuesta terapéutica en personas que sufren hepatitis crónica.
Explicó, además, que aunque el objetivo es eliminar de la sangre la circulación del virus, está previsto que con posterioridad pueda lograrse la curación completa a partir de la eliminación de las lesiones del hígado y la normalización de las enzimas hepáticas.
Los ensayos clínicos de este producto se realizaron en el Instituto Nacional de Gastroenterología.
La Habana, 15 de marzo 2006
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