Hasta el Partido por la Democracia (PPD), duramente golpeado en la asignación de Ministerios hecha por la futura gobernante en enero pasado, se unió al resto de los colectivos y tendencias que cohabitan en ellos para expresar su satisfacción.
El nombramiento de los 31 subsecretarios, en su mayoría desconocidos para la opinión pública, no dejó la misma sensación de prescindencia que mostró entonces Bachelet, al parecer preocupada ahora por recomponer las relaciones en la coalición de gobierno.
El equipo quedó conformado por 16 hombres y 15 mujeres. De ellos, 12 son de la Democracia Cristiana (DC), siete del Partido por la Democracia (PPD), seis Socialistas (PS), cuatro radicales (PRSD), uno independiente, y un independiente pro PS.
A todas luces, los socialistas fueron esta vez los más favorecidos, ya que se quedaron con la codiciada subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), asumida por Claudia Serrano, si bien no lograron la de Relaciones Exteriores.
El conglomerado que preside Carlos Núñez buscaba colocar a una figura de sus filas para contrarrestar la influencia en la cancillería del democristiano Alejandro Foxley, considerado en sectores progresistas del oficialismo como muy pro-norteamericano.
Respecto de las corrientes internas, la gran favorecida fue la Nueva Izquierda -liderada por Camilo Escalona-, que logró tres cupos: Claudia Serrano en la Subdere, Carmen Andrade en la de Servicio Nacional de la Mujer, y Danilo Núñez en Transporte.
El denominado tercerismo del PS situó a María Eliana Arntz en Cultura y a Carlos Hernández en Pesca, quien es cercano al senador electo Alejandro Navarro, de las corrientes más progresistas.
El cambio más notable de actitud frente a los nombramientos corrió por parte del Partido por la Democracia, que obtuvo igual número de subsecretarías que el PS.
A diferencia de los “pataleos” públicos que marcaron sus reacciones cuando se nombró a los titulares de las secretarías de Estado, esta vez, el presidente de esta colectividad, Víctor Barrueto, expresó su conformidad con los anuncios dados a conocer ayer.
Los radicales, por su parte, se mostraron contentos con la designación de cuatro de sus militantes dentro de la nómina, dejando atrás su incomodidad por la falta de personas ligadas al PRSD entre los ministros.
“Era lo que esperábamos, que se mantuvieran los equilibrios políticos dentro del futuro gobierno, y en ese contexto, estamos contentos con las designaciones que nos otorgó la Presidenta de Chile”, afirmó el presidente de la colectividad, José Antonio Gómez.
Mientras tanto, la Democracia Cristiana, principal partido de gobierno, valoró la forma como la presidenta electa ejerció su mandato y le deseó, “por el bien de Chile, a ella y a quienes nombró, nuestros parabienes y deseos de éxito”.
“Para ese esfuerzo común contará ella y sus colaboradores con todo el apoyo y trabajo de la Democracia Cristiana”, destacó Rafael Moreno, vicepresidente de la colectividad.
Bachelet deberá nombrar aún en las próximas horas a los 13 intendentes, 51 gobernadores, más de 70 embajadores y los directores de las empresas y servicios públicos del Estado.
Santiago de Chile, 2 de marzo 2006
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