Bachelet presidió su primera reunión de gabinete, que se extendió por más de tres horas en la Biblioteca de Santiago, para chequear la marcha del traspaso de cada una de las carteras, que deberán estar listos antes del 11 de marzo, fecha que asume la jefatura del Estado.
Al término de la reunión de la víspera, llamó a los futuros secretarios a “trabajar muy fuerte para sacar las tareas adelante”, según indicó la propia mandataria, tras posar junto a ellos para la prensa que se conglomeró en el recinto.
El nuevo gabinete estuvo encabezado por el ministro del Interior, Andrés Zaldívar, quien fungirá como segunda figura del gobierno (en Chile no existe el cargo de vicepresidente).
Entre los participantes sobresalieron el futuro canciller, Alejandro Foxley, así como el conjunto del equipo económico, integrado por los designados ministros de Hacienda, Andrés Velasco; de Minería, Karen Poniachik; y de Economía, Ingrid Antonijevic.
También estuvieron presentes, entre otros, el nuevo ministro de Justicia, Isidro Solís; y su símilar en la secretaría general de la Presidencia, Paulina Veloso.
Luego de concluir el encuentro, la presidenta electa se ubicó entre ellos y posó para la foto oficial. Su aparición fue recibida con aplausos del público presente en la biblioteca en ese momento.
Mientras, las mesas directivas de los partidos que integran la coalición gobernante (Demócrata Cristiano, Socialista, Partido por la Democracia y Radical Social Demócrata) trabajan en una nueva lista de propuestas para integrar el resto del equipo.
Bachelet pidió a través de Zaldívar -su enlace con las agrupaciones progubernamentales- que modificaran las nóminas, lo que fue atribuido a su determinación de dejar fuera viejas caras que se repiten en los gobiernos de la Concertación desde 1990.
La futura gobernante había transmitido criterios precisos para la selección de unos 300 cargos de confianza presidencial, que incluyen subsecretarios, intendentes, gobernadores, embajadores y directores de empresas públicas, entre otros.
Entre ellos estará la paridad entre hombres y mujeres -uno de los pilares de su próximo gobierno- excelencia profesional, caras nuevas y equidad, en lo posible, entre los distintos sectores y partidos políticos que componen la coalición.
Esta determinación, que refleja el nuevo estilo de hacer política que propugnó en su primer discurso como presidenta electa, ha encontrado fuerte resistencia en las cúpulas partidarias, que se sienten relegados por la nueva mandataria.
En reuniones con los jefes de las agrupaciones, Zaldívar les trasmitió que Bachelet “pidió caras nuevas, paridad de sexos y personas que no hayan sido parte de la administración del presidente Ricardo Lagos”.
El saliente senador demócrata cristiano dio un plazo a los partidos hasta este viernes para entregar las listas de nominados, de modo que la presidenta electa tenga todo el fin de semana para escoger a sus futuros colaboradores. El martes venidero serán anunciados.
Santiago de Chile, 25 de febrero 2006
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