Ambos coincidirán en los actos protocolares por la asunción de la presidenta electa, Michelle Bachelet, que tendrán lugar en la vecina localidad de Valparaíso -donde funciona el Congreso Nacional- y esta capital, el 11 de marzo próximo.
Esta sería la primera vez que los dos dirigentes se encuentren desde que la pasada semana la jefa de la diplomacia estadounidense llamó a formar un frente común contra Venezuela y acusó a Chávez de ser un peligro para la democracia en la región.
“El traspaso de mando tiene fuerza por sí solo y está por sobre la política internacional”, dijo Lagos, amigo personal y aliado del presidente norteamericano, George W. Bush.
El mandatario sudamericano -quien ha recibido fuertes presiones de Washington para que encabece el frente anti-Chávez- ha tratado de mantenerse al margen de la disputa y en más de una ocasión ha exhortado a ambos países a tratar de resolver el conflicto por vía diplomática.
En declaraciones a medios de prensa que lo acompañan en una gira de despedida por el interior del país, Lagos desestimó que la cita que reuniría a Chávez y Rice pueda transformarse en el principal foco de atención de la ceremonia en que Bachelet asumirá la presidencia de Chile.
Decenas de organizaciones políticas y sociales locales ya han anunciado masivos actos de bienvenida al líder izquierdista y manifestaciones de repudio a la presencia de Rice, a quien atribuyen una agresiva actitud contra la integración latinoamericana.
“Este es un país que es capaz de convocar a distintos ámbitos de la política internacional”, sentenció el gobernante chileno desde Puerto Montt al ser consultado sobre posibles conflictos durante las visitas de ambas personalidades.
La jefa de la diplomacia de Estados Unidos dijo la semana pasada que la Casa Blanca había iniciado contactos con algunos gobiernos, entre ellos el de Chile -lo que fue negado por Lagos-, para crear un “frente anti-Chávez”.
Las relaciones Caracas-Washington atraviesan por uno de sus peores momentos. Ayer el gobierno venezolano anunció la limitación de vuelos de líneas comerciales norteamericanas que viajan a Venezuela en respuesta a una medida similar adoptada por Estados Unidos contra ese país.
Otro de los visitantes que despierta aquí una gran expectativa es el presidente boliviano, Evo Morales, quien será objeto también de un multitudinario recibimiento en el Estadio Nacional, justo el día antes de la toma de posesión de Bachelet.
El líder indigenista boliviano, un fuerte crítico de la política intervencionista de Estados Unidos en la región, tampoco es muy bien visto por Washington.
Santiago de Chile, 25 de febrero 2006
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