El tema ha sido objeto de debates tras especulaciones de medios de prensa conservadores que atribuyen aprensiones en La Moneda por el protagonismo que puedan tener los líderes izquierdistas durante los actos oficiales por la toma de posesión de Michelle Bachelet.
El asunto estuvo centrado en un masivo acto de apoyo a Morales que preparan más de 400 organizaciones y personalidades chilenas el 10 de marzo en el Estadio Nacional y al cual pudiera asistir también Chávez, según indicó ayer el diario La Tercera.
Citando fuentes oficiales no identificadas el rotativo destacó que las autoridades estarían preocupadas de que el acto pudiera convertirse en una tribuna contra el gobierno de George W. Bush, con quien el presidente Ricardo Lagos ha desarrollado una estrecha amistad.
El ministro portavoz, Osvaldo Puccio, negó cualquier tipo de preocupación del gobierno por las visitas que los mandatarios harán a Chile entre el 10 y 12 de marzo próximo y subrayó que ambos tendrán toda la colaboración oficial en las actividades que realicen.
“No hay inquietud. Si es que hay acto, el gobierno dará todas las facilidades y pondrá todas las condiciones de seguridad, naturalmente”, recalcó el vocero del Ejecutivo.
También desdramatizó la eventual participación de Chávez en el acto, señalando que Venezuela es un país “entrañablemente querido”.
El futuro canciller Alejandro Foxley también se pronunció sobre el evento, precisando que lo que importa es que estas visitas sean constructivas y positivas.
Las declaraciones fueron emitidas luego que representantes de ambos gobiernos indicaron que serán muy respetuosos de no interferir en las actividades oficiales de traspaso de mando y si su asistencia a actos de apoyo fuera mal vistas estarían dispuestos a reconsiderarlas.
El cónsul boliviano, Roberto Finot, negó ayer haber recibido presiones del gobierno para que el presidente Morales no participe en el acto de homenaje que preparan organizaciones chilenas y dijo que las autoridades locales manifestaron su mejor disposición para apoyarla.
“Ninguna presión. El gobierno chileno desde un principio ha manifestado su mejor disposición, su mejor voluntad para la realización de este acto”, afirmó el representante diplomático en respuesta a preguntas de los periodistas.
Finot destacó que si el acto fuera a interferir en el cambio de mando “sería una situación preocupante para Morales”, quien manifestó su disposición a acomodarse a los intereses de todas las partes.
A su vez, el embajador de Venezuela en Santiago, Víctor Delgado, declaró a Prensa Latina que el presidente Chávez no tiene aún una agenda definida para su visita y mucho menos planes de asistir al acto de homenaje a Evo Morales en Chile.
Miembros del Comité Organizador destacaron que esperan la asistencia de miles de personas el 10 de marzo, el día anterior del traspaso de gobierno, en la Court del Estadio Nacional, donde el único orador será el presidente boliviano.
Para el historiador Leonardo Jeffs, la manifestación servirá para saldar la deuda que dejó el frustrado viaje del líder izquierdista a un seminario de Fundación Oceana en enero de 2004, cuando aún no era ni siquiera candidato presidencial.
Según el embajador venezolano, organizaciones de izquierda y progresistas invitaron al presidente Chávez a participar en un masivo acto de solidaridad con su país, convocado para el Centro de Conferencia del emblemático Diego Portales, en esta capital.
Santiago de Chile, 23 de febrero 2006
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