La hija mayor de Pinochet afirmó la víspera en una entrevista al diario conservador El Mercurio estar convencida de que el gobierno del presidente Ricardo Lagos intervino ante sus pares estadounidenses para frustrar su solicitud.
«No sólo lo creo, estoy absolutamente segura. La presión del Gobierno de Chile sobre el de Estados Unidos fue tremenda», dijo Lucía Pinochet, quien fue procesada por evasión tributaria y uso de pasaportes falsos en la causa Riggs que se sigue contra su padre.
Consultado por la prensa, el ministro portavoz, Osvaldo Puccio, rechazó las declaraciones y fue enfático en precisar la normalidad de los procedimientos adoptados para enfrentar el escándalo en suelo norteamericano.
«La embajada de Chile en Estados Unidos hizo lo que tenía que hacer: otorgarle auxilio consular a la señora Pinochet en tanto ciudadana chilena en ese tipo de eventos y no hubo más contactos», precisó el vocero.
Según Puccio, en Chile «hay plena garantía de juicio justo, no hay persecución política ni de ninguna otra naturaleza a las personas que tienen que responder ante la justicia y hay una situación de perfecta democracia, calma y paz social».
Destacó que, por lo tanto, «no hay méritos para que ningún ciudadano o ciudadana del país busque asilarse porque está requerido por juicios ordinarios en la justicia».
Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Santiago salió también a desmentir a la hija de su ex aliado (1973-1990), al defender mediante una declaración los procedimientos adoptados en suelo norteamericano durante la corta estadía de Lucía Pinochet.
«La embajada desea aclarar que todas las acciones efectuadas por las agencias estadounidenses corresponden a los pasos regulares que se llevan a cabo con quienes intentan ingresar a EEUU con una orden judicial pendiente de otro país», señaló.
El comunicado concluye señalando que «las acciones oficiales en este caso se basaron en información recibida a través de canales de cooperación policial, respecto a que un tribunal chileno había iniciado un proceso judicial contra ella».
La hija del ex dictador se quejó a su regreso de Washington la pasada semana que había sido muy «maltratada» por las autoridades de ese país por lo que se vio forzada a retirar la solicitud de asilo formulada días antes.
Lucia Pinochet, sobre quien pesaba una orden de búsqueda internacional, fue detenida inmediatamente a su arribo y conducida a una cárcel de Arlington, donde permaneció todo el tiempo bajo arresto.
Santiago de Chile, 7 de febrero 2006
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