El abogado humanista expresó que esta situación se debe “exclusivamente a la negligencia de las autoridades de gobierno y no al exceso de causas ingresadas desde que éstos entraron en funcionamiento, como ha sostenido engañosamente el gobierno durante los últimos días”.
Bell señaló que “un estudio realizado por la Universidad Diego Portales, demuestra en forma contundente la falta de previsión gubernamental, situación que afecta directamente a las miles de personas que acuden a los juzgados de familia en busca de una solución a sus conflictos”.
El estudio concluye, entre otros aspectos, que no existió capacitación alguna para los funcionarios y jueces que trabajan en estos tribunales, y que los jueces dedican un parte mínima de la jornada a la realización de las audiencias.
Patricio Bell, que es Director del Centro de Mediación de la Fundación Laura Rodríguez, apuntó además que la falta de capacitación de los jueces y funcionarios ha derivado en que no se informa al público que existe la
mediación como instancia de resolución de conflictos y mucho menos que éste es un proceso gratuito para las personas de bajos ingresos, ya que hay mediadores licitados cuyos servicios son pagados por el Estado.
“El Ministerio de Justicia, que ha dado muestras reiteradas de negligencia, es el único responsable de esta situación, ya que aún no se ha completado el nombramiento de todos los jueces y funcionarios que están contemplados en la planta de cada juzgado” agrega el dirigente Humanista.
Al ser consultado si veía alguna posibilidad de solución al drama que se vive en los tribunales de la familia, con el nuevo ministro de justicia que asume en marzo, el abogado humanista fue enfático al indicar que “las cosas no van a cambiar demasiado cuando el Ministro Isidro Solís asuma la cartera de justicia, ya que él está haciendo un gran esfuerzo por insertarse en el comité político del gobierno de Bachelet, dejando de lado el tema de los Tribunales de Familia y el nuevo procedimiento de la reforma laboral”
El problema con respecto a los Tribunales de familia, según Patricio Bell, es que “se licitó fuera de tiempo un número insuficiente de mediadores que atenderían a las personas de bajos ingresos, y se realizó un traslado apresurado de funcionarios del antiguo sistema, sin entregarles la capacitación necesaria para que conocieran el nuevo procedimiento, el funcionamiento de los juzgados, y mucho menos el sentido y alcance de la instancia de la mediación que apunta, precisamente, a evitar que todos los conflictos lleguen a onocimiento del juez para su resolución.”
“Resulta que este nuevo sistema, inaugurado con gran pompa por Ricardo Lagos en medio de la campaña residencial, se ha convertido en un nuevo fracaso de su administración y en una verdadera burla para los chilenos, especialmente los más pobres”, comenta el dirigente y abogado humanista.
Para Bell, sería importante que el gobierno de Lagos explique “que hará una madre de tres hijos que vive en extrema pobreza y que deberá esperar alrededor de un año para obtener una pensión de alimentos que le permita satisfacer las necesidades básicas de sus hijos. Aquí no hay solo negligencia, sino una insensibilidad vergonzosa que tiene como víctimas a los pobres, especialmente a las mujeres jefas de hogar y sus hijos.”
Santiago de Chile, 6 de febrero 2006
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