Al concluir la primera vuelta de elecciones, el pasado 15 de enero, el empresario quedó en segundo lugar en las preferencias, con 25,48 por ciento.
Piñera lideró el despilfarro electoral en el país: solamente en propaganda invirtió unos 382 mil dólares, cifra que duplica lo invertido por la socialista Bachelet (145 mil), de acuerdo con el informe del II Monitoreo del Gasto Electoral.
Considerado uno de los hombres más ricos del país, es el principal accionista de la aerolínea LAN y posee, además, un canal de televisión, así como acciones en un vasto abanico de sectores productivos y de servicios de la economía chilena.
Su capital, estimado en más de mil 400 millones de dólares, fue adquirido fundamentalmente a través de las privatizaciones de las empresas públicas durante la década del 80, por parte de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90).
Hijo del ex embajador José Piñera Carvallo y padre de cuatro hijos, pasó parte de su infancia en Nueva York, Estados Unidos, y obtuvo un doctorado en Economía de la Universidad de Harvard en 1975.
El acaudalado hombre de negocios, de 56 años, ingresó a la política después del plebiscito de 1988, que determinó el final de la dictadura pinochetista, e irrumpió sorpresivamente hace casi siete meses como abanderado del partido opositor centroderechista RN.
Con la proclamación de su candidatura el 14 de mayo pasado, buscó aprovechar el espacio político dejado por la demócratacristiana Soledad Alvear, quien renunció a su postulación en favor de Bachelet.
En defensa de las políticas neoliberales, su programa plantea reducir el tamaño del Estado y disminuir las regulaciones estatales al mínimo frente al sector privado.
Sin afectar la esencia del modelo vigente en el país, propuso enfrentar la pobreza con una inversión de mil millones de dólares, la creación de un millón de empleos, una política de flexibilización laboral y el aumento de las inversiones públicas.
En su desafío a Bachelet promete que aumentará un 20 por ciento las pensiones mínimas y asistenciales, y bajará del uno por ciento a cero el superávit de las finanzas públicas.
Uno de sus ofrecimientos más controvertidos es la de dar jubilación a las mujeres que se dedican a las tareas del hogar, propuesta calificada de demagógica y populista por el oficialismo.
Según analistas, si Piñera pierde ante Bachelet, pero queda en segundo lugar, no lamentará la descomunal inversión destinada a la campaña y mantendrá sus ojos en las justas presidenciales de 2009.
Santiago de Chile, 15 de enro 2006
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