El ex gobernante había obtenido ya el beneficio carcelario por los primeros seis casos, donde debió pagar una cifra similar, de un total de nueve por los que fue procesado y detenido el pasado 24 de noviembre por el magistrado.
Se trata de los casos de Juan Carlos Perelman, Juan Antonio Cabezas y Antonio Garay.
Antes ya se le había concedido la libertad condicional por las desapariciones de los hermanos Carlos y Aldo Pérez, Bernardo Castro, Roberto Aranda, Manuel Miguel Acuña y Modesto Espinoza.
En el operativo, llevado a cabo entre 1974 y 1975 con la colaboración de los regímenes de Argentina y Brasil, fueron presentados 119 nombres del Movimiento de Izquierda Revolucionaria como si hubieran muerto en “pases de cuenta” internos.
Pinochet fue declarado mentalmente apto para enfrentar la justicia a finales de octubre por un grupo de peritos del Servicio Médico Legal y fichado el 28 de diciembre por el juez Montiglio como un vulgar delincuente, por primera vez en Chile, en el marco de esta causa.
También había sido procesado y detenido el 22 de noviembre, esta vez por el juez Carlos Cerda, por su responsabilidad en cuatro delitos económicos en el marco del proceso por las cuentas secretas del banco Riggs.
En este caso están procesados también como cómplices en evasión de impuestos su esposa Lucía Hiriart, su hijo Marco Antonio, la secretaria privada Mónica Ananías y su ex albacea, Oscar Aitken.
Santiago de Chile, 9 de enero 2006
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