La postulante oficialista aprovechó el primer día hábil de propaganda electoral para acusar al abanderado de la extrema derecha de “gastos millonarios”, mientras que éste denunció la participación de funcionarios públicos en la campaña de su rival.
Bachelet, concentrada en la capital para preparar su crucial participación en el enfrentamiento ante las cámaras de mañana, visitó la Junta Nacional de Jardines Infantiles para reafirmar su compromiso de mejorar las condiciones materiales de esa entidad, si es elegida.
Durante su visita Bachelet se quejó de los constantes emplazamientos de los personeros de la extrema derecha y retó al comando de campaña de Piñera a presentar pruebas sobre el intervencionismo oficialista.
“Tenemos pruebas irrefutables del trabajo de funcionarios públicos”, declaró el congresista de Renovación Nacional Nicolás Monckeberg al responder a las críticas de la ex ministra de Defensa a “los extraordinarios gastos de campaña” de su rival.
“No se puede hablar de desigualdad social y después hacer un gasto extraordinariamente millonario en campañas electorales”, denunció la médico socialista, favorita para convertirse en la primera mujer que gobierne a Chile el próximo 15 de enero, aunque por estrecho margen.
Bachelet ganó la primera vuelta electoral con 45,95 por ciento de los votos el pasado 11 de diciembre, pero tiene que ir a una ronda definitoria contra Piñera, quien quedó en segundo con por más de 25, porque ninguno alcanzó el 50 más uno requerido.
Las primeras encuestas conocidas muestran a la candidata oficialista marcando la punta, pero apenas con tres por ciento a nivel nacional, ventaja considerada muy estrecha dado esos resultados están en el rango de errores de los sondeos de opinión.
El empresario, con una fortuna de más de mil 200 millones de dólares, la arremetió también contra el gobierno del presidente Ricardo Lagos por “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, en alusión al presunto uso de recursos públicos con fines electorales.
Sus denuncias fueron formuladas durante un acto en la comuna de Renca, donde entregó detalles del proyecto de convertir al río Mapocho, que atraviesa esta capital, en navegable, un proyecto que -indicó- podrá hacerse realidad en su eventual gobierno.
Por su parte, el senado Hernán Larraín, advirtió al electorado de la extrema derecha de las consecuencias que generaría un triunfo de Bachelet para las políticas de acuerdos que han caracterizado sus relaciones anteriores administraciones de la Concertación.
Para el ex líder senatorial, un gobierno de la candidata socialista estaría dominado por los sectores más extremos del bloque oficialista y los compromisos asumidos con el Partido Comunista (PC) a cambio de su apoyo electoral.
“El fin de la política de los acuerdos será reemplazado por una política de imposiciones de la Concertación, con lo cual se impedirá que se alcancen decisiones impostergables para el país, como el pacto social”, aseveró el legislador de la extrema derecha.
Esgrimiendo el fantasma del “comunismo” que tanto atemoriza al empresariado, Larraín indicó que el bloque de los sectores más izquierdistas de la coalición gobernante pasará a liderar al oficialismo tras el desplome de la democracia cristiana en los pasados comicios.
Bachelet y Piñera se enfrentan mañana en el primer y único debate presidencial que habrá ante las elecciones del 15 de enero ante las cámaras de televisión, un encuentro que puede ser crucial para ambos dado lo cerrada de la lucha.
Santiago de Chile, 3 de enero 2006
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