En una amplia conferencia de prensa, Morales emplazó a Washington a un pacto contra el narcotráfico, pero sin afectar la soberanía boliviana, al campesinado ni a la hoja de coca destinada a fines lícitos.
El ganador contundente de las elecciones del domingo último fue preguntado sobre las declaraciones de la secretaria norteamericana de Estado, Condoleeza Rice, quien pretendió cuestionar el carácter democrático del próximo gobierno de Bolivia.
Tras demandar respeto a la voluntad soberana del pueblo boliviano, señaló que los indígenas creen que el diálogo es el mejor camino para resolver los problemas internos y externos y si Estados Unidos apuesta por la diplomacia, su gobierno accederá.
Pero no aceptamos la diplomacia del sometimiento y la subordinación y los pueblos indígenas vamos a dignificar Bolivia y defender la soberanía nacional.
Reivindicó por otra parte el lema quechua “Huaiñuchum yanquis” (abajo los yanquis) con el cual cerró el domingo un discurso de celebración de la victoria.
Dijo que se trata de un lema de lucha, resistencia y defensa de la dignidad y la soberanía y de condena a las políticas de hambre, miseria y sometimiento, que hay que acabar para dignificar al pueblo boliviano.
Reiteró tambien que su gobierno nacionalizará los hidrocarburos y demás recursos naturales, con el ejercicio del derecho estatal de propiedad de los mismos, y dejará sin efecto las concesiones que otorgaron ese patrimonio a las transnacionales.
Señaló que los contratos que entregaron esa propiedad son por lo demás nulos, por no haber sido aprobados por el congreso, lo que implica una readecuación y una revisión, sin descartar conversaciones entre su administración y las empresas.
Advirtió que será, sin embargo, radical con las transnacionales que han incurrido en el contrabando de petróleo y otras ilegalidades, y anunció que de probarse estas infracciones, sus contratos de operaciones serán inmediatamente anulados.
Sobre la retracción de las inversiones de esas compañías, dijo que se debió a las dudas en torno a los resultados electorales, pero ahora que el Movimiento al Socialismo (MAS) ha ganado con más del 50 por ciento de los votos, está claro que el pueblo quiere recuperar su patrimonio.
Agregó que las empresas podrán seguir operando en condiciones nuevas, que les permitirán recuprar sus inversiones y obener ganancias con equilibrio y racionalidad y se declaró partidario de trabajar con empresas estatales de la región e impulsar Petroamérica como mecanismo de cooperación estatal latinoamericano.
Al defender la hoja de coca por ser benéfica para la salud, Morales confirmó que buscará su legalización internacional, mediante el retiro de la planta de la lista de sustancias prohibidas de las Naciones Unidas, la que fue incluida erróneamente.
Planteó que debe terminar el arresto domiciliario de la coca, legal en Bolivia, pero ilegal fuera del país y dijo que no puede haber legalización solamente para la Coca Cola, famoso refreso que usa como ingrediente la planta andina.
El líder indígena demandó acabar con las políticas contra la coca que impulsa Estados Unidos y emplazó al país del norte a un pacto de lucha efectiva para eliminar el narcotráfico, pero sin atentar contra la planta andina ni contra los cocaleros.
Consideró que el combate a la droga no puede seguir siendo pretexto para los intereses geopolíticos de Estados Unidos y para que este país haga más férrea su dominación sobre naciones como Bolivia e instale bases militares.
Lucharemos contra el narcotráfico sin intervención militar extranjera, manifestó, a tiempo de considerar inaceptable que haya personal extranjero armado y uniformado en Bolivia, con autoridad inclusive sobre militares y policía locales, en referencia a la presencia de la agencia norteamericana antidrogas.
La Paz, 20 de diciembre 2005
Prensa Latina , 0, 67, 11