La iniciativa cuenta hasta ahora con más de 60 indicaciones de los diputados, la última de ellas presentada la víspera por el titular de ese órgano legislativo, Gabriel Ascencio, en nombre del Partido Comunista (PC).
La propuesta de los comunistas busca cambiar el injusto sistema electoral binominal que impide a los partidos de izquierda y organizaciones obreras y populares tener representación parlamentaria, independientemente de los votos que logren en los comicios.
Esta enmienda no está contenida en el paquete de cambios constitucionales proveniente del Senado, donde ante la falta de acuerdo se optó por sacar la definición del sistema electoral de la Constitución.
La iniciativa contempla también un aumento del número de los miembros de la Cámara Baja hasta 150 y a 50 en el Senado, a fin de dar espacio a nuevas incorporaciones por el sistema de distribución proporcional.
El ministro del Interior y jefe del Gabinete, José Miguel Insulza, advirtió a los diputados sobre la conveniencia de moverse con cuidado para no arriesgar lo avanzado ya con la oposición en cuanto al sistema binominal.
“Eso hay que conversarlo con la oposición y con el Senado, porque si no hay acuerdos podemos terminar sin reformas sobre la materia, y creo que haber sacado el binominal de la Constitución es ya una gran cosa que tenemos que cuidar”, recalcó.
En todo caso, las modificaciones en la Cámara requieren de una mayoría que no está en manos de la Concertación ni de la derecha, por lo que todo cambio debe contar con votos combinados de ambos bandos, algo que difícilmente se logrará para corregir el sistema binominal.
“El problema es bien simple: algunas reformas requieren dos tercios y otras de tres quintos y nadie tiene eso en la Cámara, por lo tanto toda modificación que se haga necesariamente tiene que contar con el apoyo del Gobierno y la oposición”, apuntó el ministro.
Insulza dijo que luego de este paso en la Cámara “viene la parte más difícil”, recordando que existe un problema técnico que impide que haya desacuerdos en materia de reformas.
En este tema no hay comisión mixta, por lo tanto no hay donde conciliar las diferencias entre ambos órganos legislativos.
Lo que la Cámara rechace ya no se va a poder reponer y aquello que la Cámara modifique o adicione tiene que contar con la aprobación del Senado.
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