Poco antes de iniciarse la reunión ministerial en que estarán presentes los 189 países que forman parte de la Convención Marco sobre Cambio Climático, Washington se mantiene inflexible en un tema vital para el futuro del planeta.
Llama la atención que mientras las oficinas de Canadá y la Unión Europea (UE) bullen de actividad, las de Estados Unidos están prácticamente vacías, algo habitual durante la Conferencia.
La UE y Canadá presionan a Estados Unidos en la Cumbre de Montreal para que asuma compromisos concretos y ratifique el Protocolo de Kyoto, cuyo futuro de discute en la Cumbre que concluirá el próximo viernes.
En la XI Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático, Washington insistió en rechazar ese texto con el argumento de que atenta contra su economía y no incluye a países en vías de desarrollo.
La víspera el ministro canadiense de Medio Ambiente, Stephane Dion, presentó un borrador de una propuesta de acuerdo para sentar bases de una futura negociación sobre cambio climático.
Esa sugerencia recibió una lluvia de críticas por parte de la UE y de grupos ambientalistas, por considerarla muy condescendiente con Estados Unidos, negado a cualquier acuerdo que imponga restricciones a sus emisiones de dióxido de carbono.
El documento señala que los debates para comenzar futuras negociaciones dentro del Convenio deberán estar «completados por las partes de la Conferencia en su decimotercera sesión», que tendrá lugar en diciembre del 2007.
Asimismo «invita a las partes a remitir al secretariado, para el 15 de marzo de 2006, sus puntos de vista en la acción cooperativa a largo plazo para enfrentarse al cambio climático».
Estados Unidos respondió que «se opone a este tipo de discusiones», como ha hecho desde que comenzaron los diálogos.
Esa postura es rechazada por miembros de los partidos Demócrata y Republicano, que escribieron una carta al presidente George W Bush exigiéndole que se integre a las negociaciones sobre cambio climático en Montreal.
La misiva firmada por 24 senadores, entre ellos la demócrata Hillary Clinton, indica que el gobierno estadounidense no debe obstaculizar las conversaciones para coordinar una futura acción global contra el cambio climático.
«Estados Unidos debería, como mínimo, abstenerse de bloquear u obstruir esas discusiones ya que sería inconsistente con sus obligaciones», escribieron los senadores.
Los efectos del cambio climático no sólo se observan en los deshielos o en la alteración del ciclo del agua, sino también en la salud humana, reveló la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Cumbre.
El organismo instó a los gobiernos europeos a tomar acciones inmediatas contra las consecuencias sanitarias del cambio climático.
Algunas patologías transmitidas por vectores se han comenzado a manifestar en las latitudes más al norte a medida en que se elevan las temperaturas.
Santiago de Chile, 7 de diciembre 2005
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