El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció hoy que variados colegios de enseñanza media recomiendan en el ramo de Lenguaje como lectura complementaria el libro “Juventud en Éxtasis II”, el cual asocia a la homosexualidad con la “pederastia” y la “seducción de menores”, entre otras gravísimas apreciaciones “sin precedentes en la historia de discriminación a la diversidad sexual en el sistema educacional chileno”.
“Tenemos conocimiento comprobado de que este libro es recomendado por el Colegio Mixto Inmaculada Concepción de Talcahuano, por el Colegio Alberto Hurtado Segundo de Valparaíso y por el Colegio El Valle de Casablanca. Seguramente muchos más lo recomiendan con total impunidad y a vista del Ministerio de Educación. Tanto así, que algunos de estos colegios recomiendan en sus web al libro como uno de los útiles escolares del 2014”, denunció el Movilh.
“La situación podría ser más grave si es efectivo que el Mineduc recomienda este texto, según nos han denunciado los apoderados y alumnos de estos colegios. Esta versión alcanza mayor peso al considerar que en el sitio web de la Universidad de Chile hay un listado de libros recomendados, donde aparece este polémico texto. [1]Hoy pedimos al Ministro que aclare si ello es real o no, así como que ordene en forma urgente e inmediata que los colegios dejen de recomendar tanto este horroroso libro, como también su primera versión, Juventud en Éxtasis I”, indicó el Movilh, organismo que desde ya está analizado iniciar acciones legales contra “los responsables de este atropello”.
A la par el Movilh, que investigó durante varios días estos hechos hasta dar con pruebas, recordó a Eyzaguirre “la pertinencia de llevar a la práctica en breve el compromiso adquirido con nuestra organización, en orden a emitir un instructivo que encomiende a todos los colegios a adecuar cada una de sus prácticas y reglamentos a la Ley Zamudio”.
Contenidos del libro
En “Juventud en Éxtasis II”, de Carlos Cuauhtemoc Sánchez, se indica que la homosexualidad es un “vicio” como la “pederasta y la seducción de menores” y que tiene su origen en “la masturbación colectiva”, la “pornografía” , la “decepción por el mal manejo del sexo” y la “profunda soledad nociva”, todo lo cual “puede conducir a la degradación irreversible”.
El libro añade que los rasgos de los homosexuales son la “propensión a la depresión y la tristeza”, la “gran capacidad para engañar”, la “fidelidad moral casi nula” y el “odio a los psicólogos que los llaman enfermos, a los religiosos que les dicen pecadores y a los heterosexuales que los tildan de pervertidos”.
Indica además que esta “conducta invertida no es una enfermedad; por lo tanto, no puede curarse. Es una conducta aprendida y sólo puede ser tratada psicológicamente. Cuando un homosexual busca a un consejero, suele ser porque su amante lo abandonó o porque tiene problemas con su esposa, padres o amigos. Pocos desean cambiar. Casi todos han adquirido una enorme adicción sexual y lo único que anhelan es ser aceptados como son”.
Clasifica también cuatro tipo de homosexuales los “llamativos”, “los machos”, los “amanerados” y los “no identificables” que “parecen completamente normales y no despiertan sospechas”.
Luego da el siguiente listado de recomendaciones para “dejar der homosexual”:
-Romper el círculo vicioso de “fantasías mentales y prácticas”.
-Estar dispuestos a sufrir un síndrome de abstinencia similar al de los drogadictos.
-Buscar ayuda de un grupo, no de homosexuales, sino de heterosexuales maduros con gran solidez espiritual.
-Quebrantar el enorme egocentrismo, controlando la ira y los impulsos explosivos.
-Aprender a amarse a si mismo, respetarse a aceptar el sexo original.
-Evitar lugares de reunión con gays, cortar las amistades homosexuales.
-Vivir los pasos de la decepción, para llegar a la soledad edificante.
-Jamás permitirse otra aventura homosexual, pues al igual que en el caso del alcohólico recuperado, que no se permite un solo trago, las recaídas, “como una excepción”, pueden resultar fatales.
Puntualiza que “si el homosexual fuera adicto a alguna sustancia, la gente entendería que necesita cambiar por su propio bien; pero como su adicción es sexual y en este tema se ha difundido la creencia de que cada quien debe hacer lo que le plazca, muchos han adoptado por defender el movimiento gay, pregonar que no son culpables y que necesitan nuestro apoyo y comprensión. En parte es cierto: Necesitan comprensión, pero no apoyo”.
A lo expuesto se añade que el primer texto de este autor promotor del odio, “Juventud en Éxtasis I”, es recomendado por la mayoría de los colegios del país. Si bien es cierto en esa edición la homosexualidad es mencionada sólo una vez, “resulta imperioso que la lectura de este libro también deje de ser recomendada, pues relaciona a la orientación sexual diversa con la drogadicción”, dijo el Movilh.
En afecto, en unos de los párrafos se indica que “y mi primo no era homosexual o drogadicto; era simplemente un joven como cualquier otro que de soltero solía seducir sus amigas y visitar ocasionalmente a las prostitutas”.
El Movilh puntualizó que “por reglamentos con afirmaciones mucho menos violentas el Ejército pidió disculpas públicas el 2012 y todas las Fuerzas Armadas adecuaron sus reglamentos a la Ley Zamudio. Una reacción más clara y potente esperamos ahora del Mineduc contra este brutal atropello que refleja una falta intolerable de fiscalización del Estado sobre la educación que se entrega a los menores de edad”.