La presidenta Michelle Bachelet, sostuvo que seguirá, pese a desafíos políticos y naturales, el itinerario trazado en su programa de gobierno, pero aseguró que está abierta al diálogo.
En entrevista concedida al diario La Tercera, Bachelet -quien hace apenas unos días cumplió dos meses de su segundo mandato- afirmó ser una convencida de que Chile tiene que hacer “cambios estructurales con cohesión social, con paz y gobernabilidad”.
La abanderada de la coalición Nueva Mayoría impulsa ya las reformas tributaria, electoral y educativa prometidas en su campaña -basada en un discurso por la igualdad-, y solo falta en este sentido que se ponga en marcha la maquinaria para modificar la Constitución.
Bachelet consideró que el principio de su actual administración ha estado lleno de desafíos, “desde aquellos -dijo- que nosotros nos planteamos para avanzar en las 56 medidas (en los primeros 100 días) hasta las tragedias y desastres naturales que nos tocaron vivir en menos de un mes: un gran terremoto y un tremendo incendio en Valparaíso”.
“En ese sentido, seguir con el itinerario de las medidas ayuda, porque orientan, fijan prioridades, ordenan, y eso es muy importante para un gobierno que parte”, reflexionó.
Solo indicó la gobernante que se postergarán algunas medidas anunciadas por cambios en las condiciones, pues su objetivo es hacer las cosas bien.
El objetivo -recalcó- es avanzar “a través de diálogo y participación en pos de los compromisos (…), no del diálogo que sea para morigerar, aplazar o dilatar los cambios que son indispensables”.
Insistió Bachelet, por ejemplo, en que no es negociable el corazón de la reforma impositiva, que -indicó- “no solamente es el monto de dinero, sino también la equidad tributaria”.
“Para nosotros, explicó, el corazón de la reforma está fundamentalmente en el impuesto a la renta, en el incremento de 20 al 25 por ciento en las empresas y en la baja del impuesto a las personas del 40 al 35 por ciento, salvo las autoridades”.
Una vez más, la presidenta chilena abogó por encarar los debates con altura de miras y recordó que ella ganó una elección y que no lo hizo precisamente “porque sea simpática, sino porque la gente apoya un programa que lo expresé en todo Chile, en cada plaza, radio o programa de televisión”.
“No estoy diciendo diálogo mientras estén de acuerdo conmigo, sino que mientras estén de acuerdo con los ciudadanos que me eligieron”, estableció.
Recordó que la reforma tributaria -unos ocho mil 200 millones de dólares- serviría para costear programas sociales y los cambios estructurales en educación, cuyos costos se manejarían a partir de la gradualidad con que se aplique.
“Se hizo un cálculo estimado importante, basado en las áreas centrales que tienen que ir en una reforma educacional. Por tanto, hay cinco mil 200 millones de dólares para la reforma educacional y otro tanto para la salud”, manifestó.
Acerca de una nueva Constitución, Bachelet señaló que eso quedará para el año próximo y que debe aspirarse a la que misma cuente con legitimidad de origen y con amplitud de representación.
Por tanto, tiene que haber un proceso democrático, participativo, con un cauce institucional y claro. Mal haría yo si mando un proyecto de ley, aunque sea impecable desde el punto de vista de los expertos, si no desarrollo un proceso participativo, aseveró.
Santiago de Chile, 17 de mayo 2014
Crónica Digital / PL
Tengo bastantes dudas con respecto a la veracidad de estas palabras, primero porque lo que aqui ha cambiado es solo el nombre y la incorporación del PC a la coalición de gobierno, En cuanto a los cambios que requiere Chile, si es verdad y esto lo viene diciendo el pueblo desde su antiguo gobierno, Con la Revolución pinguína, a la que esta misma señora le dió la espalda después que depusieran los estudiantes el movimiento por las promesas recibidas. Tengo una pregunta con respecto a sus palabras: ¿Continuará, la Sra Presidenta firmando decretos supremos con regalos a las empresas mineras y de energía, extranjeras, los 31 de diciembre a las 23H00?